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“La serenidad/paz interior”, Jesús Millán Muñoz

serenidadExisten personas y colectivos y grupos e ideologías que parece que su fin es quitar a los hombres la paz interior. No podemos negar las realidades, pero sin llenarlos de angustias.

José Antonio González Iglesias, poeta y experto y profesor en Filología Latina, por la Universidad de Salamanca, en un notable artículo publicado en el ABC del 28 de julio del 2023, titulado: Un ´carpe diem´ sereno, nos plantea que esta famosa frase, que se repite en cualquier lugar del mundo occidental, no ha sido bien interpretada, que habría que fijarse en una heurística, según este autor mas correcta como: “elige o valora lo bueno de cada momento”. Que no es necesariamente caer en un hedonismo o un epicureísmo sin freno…

Los humanos somos un equilibrio de realidades, puede que seamos una realidad substancial, siguiendo la fórmula de siglos y milenios, pero no cabe duda, que estamos hechos de distintas dimensiones, niveles, variables, factores, y, toda la vida, estamos intentando equilibrarlas y razonarlas y armonizarlas y ponderarlas y mesurarlas y pautarlas y, darle la justa medida, porque al final, un buen café, si está demasiado caliente o con demasiada azúcar tampoco es agradable.

Toda la existencia, nos la pasamos, a nivel individual y colectivo y social, intentando encontrar el equilibrio entre las cosas de fuera y las cosas de dentro, las cosas de dentro en relación a las de fuera, y, viceversa. Toda la cultura, como conjunto de interpretaciones culturales, solo es eso. Esa es la finalidad…

Ahora se ha incluido un nuevo concepto: “la tolerancia”. Que viene a indicar, que “aunque una realidad teórica o práctica no la creamos buena y correcta y verdadera y bondadosa, la permitimos, para el bien social, para el bien individual…”. Nadie o casi nadie, piensan que la ebriedad es correcta y sana y buena a ningún nivel, pero pensamos que es el mal menor, es que se tolere a la persona que cae en la ebriedad, y se le intente curar en el centro sanitario más correcto. Lo ideal, es que las personas degustasen un vaso de vino, y, no pasasen de una cantidad, pero no llegase a esa situación de exceso de alcohol, con consecuencias negativas. Pero lo toleramos.

Y, así cientos de actos e ideas. Hoy, la “tolerancia es el gran descubrimiento de la humanidad”, que se ha ido desarrollando a lo largo de los siglos, y, que según la faceta teórica-práctica, así se le denomina con distinto nombre, si es la economía, la libertad personal de emprendimiento, si es política, la democracia, si es religiosa, la libertad de culto, si es de pensamiento o de ideas, la libertad de expresión, etc.

Opino, ya desde hace muchos años, que actualmente, estamos en una etapa neohelenística, helenística del siglo veinte y veintiuno. Y, todas las filosofías que aparecieron en el mundo griego clásico, toda la helenística se repite, en la forma neo: neoestoicismo, neoepicureísmo, neohedonismo, neomaterialismo, neosofística, neoaristotelismo, neoplatonismo, etc. Cierto combinado con el saber teórico y práctico, ciencias y tecnologías y aportaciones culturales de siglos…

Hay personas y colectivos que se piensan muy originales, ingeniosos, novedosos, creativos, y, uno, que ya le han caído bastantes rayos de sol sobre la piel y los ojos, se da cuenta, que está defendiendo teorías y conceptos y formas de vida, que son eso, son neoepicureos, con claro, mezclas de otras ideas que han venido después, pero que en su esencia son eso… Y, otros, pues son neoestoicos, con otros ribetes.

La verdad, si quiere que le sea sincero, pienso que hemos hecho una especie de hipermercado de ideas filosóficas, teóricas y práctica, y, aunque usted no haya pisado una clase de filosofía en ninguna universidad, usted, aunque no haya leído un libro en su vida, usted, aunque no lo crea sería un gran discípulo de Epicuro, por poner un ejemplo, o es usted una versión de un nuevo cinismo…

Decir, que todo es igual que en el pasado sería y es erróneo. Pero que en ciertas materias, solo somos plagiadores sin saberlo del pasado es verdad, somos neoplagiadores. Puede que usted, una cosa que ha cambiado, como mujer, esté llena de tatuajes, y, los enseña en la playa. Fidias tuvo problemas al representar el cuerpo, y, tuvo que expresarlo saliendo del baño. Ahora, ya no hay problema, usted utiliza si es hombre, un minibañador de pantalón o si es mujer un tanga de la última generación, que nadie sabe, si es el cuerpo el que tapa el bañador-tanga, o el bañador-tanga tapa algo…

Los mundos cambian y los mundos no cambian. Aunque el esfuerzo de este articulista y pensador y escritor y catedrático es notable, de intentar elevar el concepto de carpe diem, me temo, que en la sociedad, todo el mundo lo repite, en el sentido, del placer y del placer sin límites y dónde sea y como sea, -solo el límite de la ley, y, con una apariencia de moral-.

Hemos perdido la batalla de los conceptos y de las ideas y de las grandes ideas, yo le diría a este eximio catedrático. Lo grande del pasado, lo hemos atravesado de sensualidad y de hipersensualidad y de materialismo y de relativismo y de agnosticismo y de experimentalismo vivencial…

Esta es una de las razones de la decadencia o declive de Europa. Y, que no queremos darnos cuenta. Tenemos que volver a la verdad y al bien y a la belleza moral correcta y adecuada y racional y prudente y con sentido común, si queremos sobrevivir como cultura. Pero esto dirán que es moralina, y, no es justificable en un artículo de opinión literario…

Jesús Millán Muñoz


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