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El caso Negreira: de la investigación judicial y sus posibles consecuencias penales hasta la oportunista dramatización mediática, Luis Baeza

NegreiraEl 15 de febrero de 2023 salió a la luz lo que se deducía podía ser uno de los escándalos de corrupción deportiva más importantes de la historia reciente de nuestro país, siendo recogida la noticia con gran sorpresa por todos los medios, clubes y aficionados de España y de todo el mundo. En un contexto futbolístico en el que el Real Madrid era el vigente campeón de Europa y el FC Barcelona era líder destacado de la primera división española, viviendo lo que parecía ser una recuperación tras algunos años de más sombras que luces debido a la mala deriva tomada por el club blaugrana tras el paso por la presidencia de Josep María Bartomeu y desde el inicio de la segunda etapa de Joan Laporta como dirigente máximo de la entidad, el programa Què t’hi jugues de la Cadena SER abría aquel miércoles de febrero en sus informativos y medios digitales con el titular del día: “la Fiscalía investiga a la sociedad de un exvicepresidente de los árbitros que recibió pagos del Barça por asesoramiento mientras ejercía su cargo”. Estaban hablando de José María Enríquez Negreira, un antiguo árbitro español que estuvo en activo entre los años 1977 y 1992 y que desde 1994 a 2018 fue el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), órgano de gobierno y representación de los árbitros españoles. La información desvelada hacía referencia a que se estaba produciendo una investigación para dirimir si durante la etapa en la cual Negreira era el segundo de los árbitros existió algún tipo de actitud delictiva en la entrega de algunos pagos hacia él desde el FC Barcelona. Hemos de preguntarnos, llegados a este punto, y encontrándonos meses después de la salida a la luz del caso, dónde está exactamente la investigación judicial de los hechos y qué se sabe con exactitud sobre lo que sucedió en todos aquellos años.

La investigación judicial, aunque se dio a conocer públicamente casi un año después, comenzó en mayo de 2022 tras percatarse la Fiscalía, a través de un aviso de la Agencia Tributaria, que existían unos pagos enviados desde el FC Barcelona a José María Enríquez Negreira que, en principio, no se correspondían con ningún trabajo real. Dicho de otra forma, la Fiscalía no había conseguido encontrar cuál era el objeto de dichos traspasos de dinero y a qué actividad obedecían. La investigación aclaró que los pagos ascendieron hasta el montante de 7,3 millones de euros entre 2001 y 2018 recibidos a través de siete empresas distintas propiedad de Negreira o personas afines a él, entre las que destacan Dasnil SL y Nisdal SCP, del exárbitro, o Tresep 2014 SL, de Josep Contreras, un ex directivo del Barça, que a cambio recibía una comisión de hasta el 50%. En esos 17 años en los que se descubrieron los pagos realizados pasaron por la presidencia del Barça hasta cuatro personas distintas: Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y Josep María Bartomeu, “coincidiendo” el último año en la vicepresidencia de Negreira en el CTA con el año en el que cesaron los pagos por parte del FC Barcelona, y habiéndose cuadriplicado éstos en la época de la primera presidencia de Laporta (2003-2010), llegando hasta los más de 500 mil euros anuales. No obstante, la investigación judicial sospecha que los pagos se iniciaron años antes, ya que una de las empresas que hemos comentado, Dasnil SL, fue creada en 1995, un año después del inicio de Enríquez Negreira como vicepresidente del CTA, y que se cree que pudo haberse creado para enmascarar de alguna forma todo el entramado del Caso Negreira. Además, el periódico El Mundo sacó a la luz que el ex colegiado obsequió a varios árbitros de primera división con productos como tarjetas amarillas y rojas, monedas para realizar los sorteos, jamones, entradas para partidos de fútbol o incluso palas de playa y sombrillas, y la Fiscalía detalló en su denuncia los servicios que supuestamente podría haber contratado el FC Barcelona con la entrega de dichos pagos, entre los que destacan:

  1. Solicitar que el Comité de Competición no estuviese formado íntegramente por jueces madrileños.
  2. Disponer de un interlocutor con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
  3. Recomendaciones de qué tarjetas amarillas y rojas podrían ser recurridas.
  4. Mantener informado al Barça de los entresijos existentes entre La Liga y la RFEF.
  5. Informes técnicos de los árbitros que designaran para partidos del Barcelona, que fueron las famosas cajas llenas de papeles que Laporta enseñó en su esperada rueda de prensa el 17 de abril de 2023, dos meses después del estallido del caso, y los cuales la jueza le ha pedido al FC Barcelona que entregue.

Todo esto resume lo que José María Enríquez Negreira declaró en 2021 a la Agencia Tributaria, diciendo que “lo que el FC Barcelona quería era asegurarse que no se tomaban decisiones en su contra, que todo fuera neutral”. También dejó claro que su tarea era ir a ver los partidos y saber el porqué de las decisiones tomadas, y tenía la hipótesis personal de que el Barça consideraba que se perjudicaba al equipo y se favorecía a otros. El FC Barcelona, a través de su presidente, ha repetido en varias ocasiones que se trataban de servicios de scoutingy asesoramiento arbitral, alegando que es una práctica habitual en todos los demás clubes del mismo nivel, cosa que nadie niega, pero encontrándose el problema en la cantidad ingente de dinero que se da como contraprestación a dichos servicios, posiblemente fuera de mercado, haciendo que saltaran todas las alarmas. Las declaraciones de Bartomeu fueron por la misma línea, alegando que se trataba de un asesoramiento verbal y de charlas a los empleados. El Barça ha encontrado en torno a600 informes que tratan desde 2014 hasta 2018, y Laporta añadió que los respectivos a su primera etapa de presidente (2003-2010) no existen porque pasados cinco años se destruyen por quedarse obsoletos, afirmando categóricamente que el club que preside nunca ha comprado árbitros y que existe una campaña para perjudicar los intereses del club coincidiendo con un momento futbolístico en el que el Barça es líder destacado de La Liga (recordemos que en el momento de estallido del caso el FC Barcelona era primero con casi diez puntos de ventaja respecto de su perseguidor, el Real Madrid). Otra persona relacionada con el caso, Albert Soler, quién fuera directivo del Barça en la época de Bartomeu, sostuvo que “los informes eran un análisis más para la mejora del rendimiento del equipo” y que esa era la única relación existente entre el FC Barcelona y Negreira.

Las reacciones del mundo del deporte no se hicieron esperar, y la mayoría de los clubes de La Liga realizaron un comunicado conjunto en el que mostraban su preocupación por el caso y donde dejaban claro que colaborarían hasta el final de la mano de La Liga para dirimir lo que había pasado exactamente. Desde ese momento llamó la atención el silencio del Real Madrid ante la indignación de su masa social, que con razón se sentía una de las partes más perjudicadas al ser su equipo el competidor más inmediato del FC Barcelona en todos los títulos nacionales disputados durante los años en que se realizaron dichos pagos. Si ahondamos más en el contexto del deporte español del momento, con una guerra abierta Florentino – Javier Tebas (presidente de La Liga) aún más encendida debido a la intención de crear la famosa Superliga por parte del presidente del Real Madrid, se entiende que el equipo blanco nunca se sume a las iniciativas de La Liga, ya sea la explicada anteriormente o las múltiples denuncias realizadas por el organismo de Tebas ante los insultos racistas a Vinicius en diferentes campos de España a las que el Madrid nunca se adhirió. Sin embargo, eso es otra cuestión que ahora no nos atañe. Finalmente, y medio mes después del comunicado conjunto de La Liga, el Real Madrid comunicó que, ante los hechos acaecidos que podrían derivar presuntamente en una adulteración de la competición por parte del FC Barcelona, se personaría como acusación particular en el ya conocido como Caso Negreira. La jueza instructora, Silvia López Mejía, aceptó dicha personación pero no la del Consejo Superior de Deportes (CSD), al considerar que no podía considerarse como parte perjudicada en el caso, circunstancia que exige la Ley de Enjuiciamiento Criminal para poder ser acusación particular. El Barça, paradójicamente, también intento personarse como acusación en el casoal considerar que la institución deportiva solo había sido una víctima de los tejemanejes de personas que pudieron tener potestad para influir en ella, diciendo la jueza que la intención de Laporta de personar al club como perjudicado era “contradictoria” cuando se tiene en cuenta una comparecencia pública anterior donde afirmó que los servicios de asesoramiento sí fueron prestados realmente. En otras palabras, ¿cómo vas a sentirte perjudicado por algo que tú mismo defiendes que existió y que era lícito? Se rechazó, por tanto, la posibilidad que da el artículo 17 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal de ser, si se dan las circunstancias, parte investigada y acusación al mismo tiempo. La asociación barcelonista Un crit valent sí ha sido aceptada como acusación particular, iniciativa a la que se han adherido más de ochenta socios que, indignados por el mal uso institucional del Barça en algunos aspectos durante las décadas anteriores, querían que se dirimiese exactamente qué prácticas de dudosa licitud se estuvieron desarrollando en Can Barça, al igual que parte de la masa social blaugrana. El caso Negreira y su respectiva investigación judicial seguían su curso con el paso de los meses, saliendo a la luz por un lado y por otro informaciones que hemos resumido durante este artículo y que iban ayudando a hacerse una idea de los hechos que realmente sucedieron. No obstante, a principios de junio uno de los medios de comunicación más importantes del país explicaba una serie de novedades que podían darle un vuelco radical al caso.

El 3 de junio de 2023 el Partidazo de la Cadena Cope, programa líder en ese momento de la radio deportiva nocturna, hacía público el informe preliminar de la Guardia Civil, organismo encargado de investigar el caso, que le había entregado a la jueza pocos días antes. Dicho informe preliminar resume lo que hasta ese momento se había investigado y establecía un posible desarrollo de los hechos que estaban bajo lupa judicial en base a todos los indicios y pruebas que se estaban encontrando. Las conclusiones son:

  1. La tesis de la Guardia Civil, que son sospechas basadas en lo investigado pero que tienen que ser probadas, es que el dinero salía del Barça y regresaba después al club para poder blanquearlo. La principal línea de investigación (aunque no la única) es que “esto no va de comprar árbitros”, sino de que los directivos se lucrasen con el dinero del club. La jueza hace suya dicha tesis, que hace más fuerte la idea del delito de blanqueo de capitales, en detrimento, o no, del de corrupción deportiva. Más tarde veremos si uno excluye al otro.
  2. La Guardia Civil llama al caso el “entramado Negreira”, porque consideran que Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira, también formaba parte de los hechos. Padre e hijo están dentro. La pregunta que flota en el aire en ese momento es la misma con la que acaba el informe preliminar: “si este entramado Negreira ha recibido más de 7 millones de euros y el informe patrimonial de la familia es incompatible con esa cantidad, ¿a dónde han ido a parar esos 7 millones?”.
  3. La Guardia Civil pide a la jueza que investigue en torno a diez o doce personas más. El plazo que resta para acabar la investigación es de mínimo dos meses más, y en ese momento se lo comunicarán a esas personas. Es gente que rodea al Barça y gente que tenía relación directa con el dinero de Negreira.
  4. La jueza le reclama una ingente cantidad de documentación a la junta directiva del Barça de 2001 hasta ahora. La jueza le repite al Barça que está como denunciado en la causa, y si se niegan a dar todo, ordenará a la Guardia Civil entrar al Camp Nou para recabar lo que sea que tenga que ver con el caso.

En otras palabras, y según lo dicho en el Partidazo de Cope, que lograron hacerse con dicho informe, la jueza ha encontrado algo y es como si todo empezara de cero. Ha ordenado nuevas diligencias de investigación bajo secreto de sumario y ha imputado, debido a los hallazgos encontrados, al hijo de Negreira, que un principio no lo estaba. En definitiva, es hasta aquí lo que por ahora es público de la investigación judicial del Caso Negreira, la cual sigue su curso y seguro que nos “sorprende” con nuevos descubrimientos en los próximos meses. Las últimas noticias apuntan, según El Confidencial, a que “la jueza rastrea si Negreira maniobró para ascender a árbitros cuando el Barça le pagaba”. Sin embargo, y con todo lo que se sabe hasta ahora, ¿a qué consecuencias penales pueden verse sometidos los acusados y quiénes están siendo investigados como posibles autores o partícipes exactamente?

Si nos centramos ahora en el proceso penal y quiénes son los acusados, los delitos previstos en el Código Penal que podrían enmarcarse en el Caso Negreira son los siguientes:

– Delito de corrupción entre particulares en el ámbito del deporte profesional (286 bis CP), que se pone en entredicho en el momento en que la jueza acepta la tesis de que el dinero regresaba a los directivos del Barça utilizando a Negreira como intermediario, llevándose una comisión: “el directivo, administrador, empleado o colaborador de una empresa mercantil o de una sociedad que, por sí o por persona interpuesta, reciba, solicite o acepte un beneficio o ventaja no justificados de cualquier naturaleza, u ofrecimiento o promesa de obtenerlo, para sí o para un tercero, como contraprestación para favorecer indebidamente a otro en la adquisición o venta de mercancías, o en la contratación de servicios o en las relaciones comerciales, será castigado con la pena de prisión de seis meses a cuatro años, inhabilitación especial para el ejercicio de industria o comercio por tiempo de uno a seis años y multa del tanto al triplo del valor del beneficio o ventaja (…). Lo dispuesto en este artículo será aplicable, en sus respectivos casos, a los directivos, administradores, empleados o colaboradores de una entidad deportiva, cualquiera que sea la forma jurídica de ésta, así como a los deportistas, árbitros o jueces, respecto de aquellas conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva de especial relevancia económica o deportiva”.

– Delito de blanqueo de capitales (301.1 CP), que se aplicaría en caso de que la tesis de la Guardia Civil anteriormente explicada fuese finalmente cierta y debidamente probada: “el que adquiera, posea, utilice, convierta, o transmita bienes, sabiendo que éstos tienen su origen en una actividad delictiva, cometida por él o por cualquiera tercera persona, o realice cualquier otro acto para ocultar o encubrir su origen ilícito, o para ayudar a la persona que haya participado en la infracción o infracciones a eludir las consecuencias legales de sus actos, será castigado con la pena de prisión de seis meses a seis años y multa del tanto al triplo del valor de los bienes”.

Uno de los posibles debates que se pueden dar en la actualidad es si el descubrimiento del posible delito de blanqueo de capitales excluiría el delito de corrupción deportiva. Es decir, ¿que existan indicios de que el dinero que llegaba a Negreira volvía por otros medios a directivos del Barça implica que nada de esa cantidad se utilizaba también para influenciar a los árbitros? Al ser un delito de mera actividad (no de resultado), el delito de corrupción deportiva no exige que se cumpla el propósito que se busca (sobornar a los árbitros), sino que basta con la proposición. La acusación debe demostrar, si cree que existió dicho delito, que los pagos que realizaba el Barça a Negreira se realizaban con el finde vulnerar la competición comprando a los árbitros, tarea que se muestra muy difícil, bien porque la línea de investigación viró hacía un posible delito de blanqueo de capitales, bien porque durante toda la investigación se ha dado un hecho especialmente relevante: según las informaciones del Partidazo de la Cadena Cope“ la jueza que investiga el caso Negreira no ha encontrado indicios de pagos del FC Barcelona a árbitros”. Esto no significa que la investigación no haya encontrado pruebas concluyentes de posibles sobornos a árbitros, sino otra cosa aún más profunda, que incluso no se ha encontrado ningún pequeño hilo del que tirar para poder demostrar dicha afirmación, pese a haberse centrado la investigación escrupulosamente en dicha tesis en los primeros meses. Otros posibles delitos que podrían tener cabida en el caso son:

– Administración desleal (252 CP): serán castigados con las penas de prisión de 6 meses a 3 años“ los que teniendo facultades para administrar un patrimonio ajeno, emanadas de la ley, encomendadas por la autoridad o asumidas mediante un negocio jurídico, las infrinjan excediéndose en el ejercicio de las mismas y, de esa manera, causen un perjuicio al patrimonio administrado”.

– Falsedad en documento mercantil (390 CP y ss.): “será castigado con las penas de prisión de tres a seis años, multa de seis a veinticuatro meses e inhabilitación especial por tiempo de dos a seis años, la autoridad o funcionario público que, en el ejercicio de sus funciones, cometa falsedad: (…) alterando un documento en alguno de sus elementos o requisitos de carácter esencial. (…) El particular que cometiere en documento público, oficial o mercantil, alguna de las falsedades descritas en los tres primeros números del apartado 1 del artículo 390, será castigado con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses”.

Cuestión distinta a todas las posibles consecuencias penales que hemos explicado son los posibles perjuicios deportivos que todo este entramado le podría haber generado al Barça. Muchas voces de entre todos los aficionados al fútbol aclamaban por un descenso administrativo, pérdida de puntos en la clasificación actual o incluso dejar sin efecto su plaza en las competiciones europeas para la temporada siguiente. No obstante, si nos remitimos a la legislación vigente en dicho momento, el artículo 112 de la ley 39/2022, del Deporte, establece que las infracciones muy graves prescriben a los 3 años (igual que en el Código Disciplinario de la RFEF), plazo que ya había pasado para el caso Negreira, cuyos hechos finalizaron en 2018. Por tanto, el Barça no puede recibir de ninguna manera sanciones deportivas (penales sí, explicadas anteriormente) según lo establecido para las competiciones españolas. Sin embargo, tras la finalización de la temporada 22/23 estuvo en el aire la posible participación del Barça en la UEFA Champions League 23/24 durante varias semanas, sosteniéndose por varios periodistas cercanos a la UEFA que sería algo complicado teniendo en cuenta el artículo 4.2 del Reglamento de La Liga de Campeones de la UEFA: “si, sobre la base de todas las circunstancias de hecho y la información disponible, la UEFA concluye a su entera satisfacción que un club ha estado involucrado directa y/o indirectamente (…) en cualquier actividad destinada a organizar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional, la UEFA declarará a dicho club inelegible para participar en la competición. Tal inelegibilidad es efectiva solo por una temporada de fútbol”. Es decir, el Reglamento de la Champions permite a la UEFA excluir a un equipo de la competición si dicho organismo considera, haya resolución judicial o no, se esté llevando a cabo una investigación minuciosa por parte de las autoridades nacionales o no, a un equipo si se cree en base a más o menos indicios que ha podido intentar o ha conseguido vulnerar la competición, situación que, aunque no está probada, ni mucho menos ningún organismo judicial así lo ha sentenciado, sí se puede dar en el Caso Negreira, porque el hecho de pagar más de 7 millones de euros a una persona que era parte del organismo de gobernanza de los jueces en España da el derecho a la gente a poder pensar, al menos, que hay gato encerrado. Sin embargo, tras semanas de especulaciones, a finales de junio de 2023 la UEFA le confirmaba al Barça que sí podrá jugar la edición de la Champions 23/24, decisión que contrasta con las palabras del presidente de dicha institución, Aleksander Čeferin, cuando estalló el Caso Negreira: “me he informado y la situación es sumamente grave. Tan grave es que, en mi opinión, es una de las más graves en el fútbol que yo haya visto (…). En lo que se refiere a la UEFA, no hay nada que esté prescrito”. Circulan rumores de que Laporta, en una reunión que mantuvieron ambos dirigentes, le prometió dejar de luchar por la creación de la Superliga a cambio de poder participar en la Champions. El tiempo dirá si ese fue el motivo de no excluir al Barça o si lo fue otro, o incluso a lo mejor nunca lo sabremos.

Una vez explicados los posibles delitos que se han cometido en el Caso Negreira hemos de preguntarnos qué personas están imputadas o investigadas por la jueza Silvia López Mejía. Como se puede deducir, son José María Enríquez Negreira, Javier Enríquez Romero, Sandro Rosell, Josep María Bartomeu, Óscar Grau, Albert Soler y el propio FC Barcelona como persona jurídica (al que se le aplica únicamente, por motivos obvios, el delito de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, que le puede acarrear una multa). Sin embargo, ¿por qué Joan Gaspart y Joan Laporta no están imputados? Simplemente, porque el delito principal que llevaba en el centro de la investigación por lo menos hasta hace poco tiempo era el de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, el artículo 286 bis CP, el cual fue introducido en la ley orgánica 5/2010, modificadora del Código Penal, y que por lo tanto no se encontraba en vigor durante la primera etapa de Laporta (2003-2010) ni en la de Joan Gaspart (2000-2003). En el resto de delitos también estarían exonerados, al tener una prescripción de 10 años según el artículo 131 CP (recordemos que el caso se empezó a investigar en los años 2022 y 2023).

Llegados a este punto pocas cosas se pueden añadir más sobre uno de los casos más polémicos de la historia del deporte español en cuanto a actitudes sospechosamente ilícitas se refiere, aunque se nos quedan cosas en el tintero. Es un caso que, si no fuera por lo poco ético de sus hechos, es apasionante de analizar para cualquier estudiante de Derecho o para cualquier curioso que quiera informarse más allá del comentario fácil de compra de árbitros. En el aire quedan, y veremos si finalmente la investigación judicial lo aclara, cosas como las informaciones publicadas por el periódico El Mundo en febrero de 2023 que decían que “Enríquez Negreira amenazó al Barcelona con desvelar las irregularidades cuando dejó de cobrar”, toda la polémica surgida con el árbitro en activo Estrada Fernández (que desoyó las órdenes del actual presidente del CTA, Luis Medina Cantalejo, de ir todo el estamento a una y denunciar en conjunto el caso, realizando una denuncia paralela), el caso Soule, donde se investiga otra trama de corruptelas en la RFEF y que podría tener algo que ver con el caso Negreira, o las demoledoras declaraciones del comisario Villarejo en su declaración por la llamada Operación Cataluña, donde dijo textualmente que “uno de los objetivos de la operación Cataluña era Rosell, y hay dos notas de inteligencia mías, de 2012 y 2014, donde hago constar un lío de árbitros en el que yo previamente ya había dicho que estaba el Real Madrid en esta movida, y a alguien no le interesó seguir en esta línea”.

Sólo en el futuro, cuando se diriman todas las responsabilidades, la investigación judicial finalice, el juicio oral se haya celebrado y se haya dictado sentencia podremos ser 100% capaces de entender cuál ha sido la repercusión total del Caso Negreira, que por ahora lleva levantando ampollas desde hace bastantes meses. No obstante, hay circunstancias que se tienen que dejar claras, en base a un doble enfoque “moralista” que ha existido desde febrero. Por un lado, desde gran parte del círculo culé se ha intentado enmascarar la situación con el famoso latiguillo “Madrid nos ataca” y “sólo hacen esto para perjudicarnos”. De hecho, el propio Laporta declaró el mismo día que salió a la luz el caso que “no es casualidad” que todo esto saliera justamente en una época en la que el Barça dominaba La Liga. Yo mismo, como reconocido aficionado del Barça desde pequeño, clamo porque todos abramos los ojos y nos demos cuenta de la gravedad de los hechos que se investigan, a la vez que hemos de tener en cuenta que el programa informativo que destapó el caso fue el Què t’hi jugues de la Cadena SER de Cataluña, y precisamente fueron Sique Rodríguez y Adrià Soldevila, dos periodistas reconocidos aficionados del Barça, los que revelaron la existencia de los pagos, actuando con respeto a su profesión y, aunque muchos no lo crean, a los aficionados del Barça y del mundo del fútbol, merecedores de saber la verdad de todo lo que pasó. Es decir, ni Madrid tiene la culpa ni ninguna otra frase fácil de decir para tapar una realidad existente: la torpeza y el mal hacer de nuestros pasados dirigentes con respecto a este tema. Sin embargo, igual que por un lado se dicen estas cosas, por el otro también se aprovecha la corriente y se intenta crear un relato que es una exageración de la realidad con el fin de disimular fracasos pasados. Alguna parte de la caverna mediática (como diría Laporta) ha utilizado el Caso Negreira para deslegitimar y deshonrar todos los títulos conseguidos por el FC Barcelona desde 2001 hasta 2018, y aquí es donde hay que decirle que ni tanto ni tan calvo. En el global de los años que hemos estado comentando se han sucedido algunas de las etapas más exitosas de la historia del Barça, estando en la memoria de todos el famoso Barça de Guardiola, y aquí es donde yo les pregunto: ¿de verdad ustedes creen que todos y cada uno de los éxitos de aquel equipo, apodados por muchos como el mejor equipo de la historia, ha sido debido a Negreira?, ¿de verdad creen que fue Negreira el que posibilitó meterle seis al Madrid en el Bernabéu?, ¿de verdad creen que fue Negreira quien consiguió que el Barça alumbrara al mundo del fútbol con su juego?, ¿de verdad fue gracias a Negreira aquel maravilloso juego de toque y posesión que provocaba que el rival no oliera la pelota durante casi todo el partido? Igual sucede con el Barça de Luis Enrique o de Ronaldinho. Solo hace falta ponerse a buscar e intentar ver si todos aquellos títulos fueron gracias a polémicas arbitrales, ¿ganó el Barça más ligas que el Madrid en el siglo XXI, en las cuales en bastantes quedó a más de 10 puntos de ventaja, porque tenía contratado a Negreira? Se llegan a escuchar por ahí sinsentidos como poner de ejemplo para intentar explicar que Negreira influía en el arbitraje el partido Chelsea – FC Barcelona de semifinales de Champions de 2009, cuando si analizamos sus funciones sólo tenía competencias en la federación española y las designaciones de los árbitros de la UEFA no tienen nada que ver con la RFEF, lo que explica que Negreira no tenía ninguna potestad ni influencia ahí. Además, por esa regla de tres podríamos mencionar goles en fuera de juego del Real Madrid en finales de Champions como el gol de Mijatovic en 1998 o el de Ramos en 2016, o los goles en fuera de juego de Cristiano en los cuartos de 2017 contra el Bayern. Con todo esto no quiero decir que piten a favor de uno o de otro, sino que errores arbitrales ha habido a favor y en contra de todos los equipos, más aún si hablamos del Barça y del Madrid, y solo es demagogia barata sacar ejemplos en los que se equivocaron a favor del Barça sin ni siquiera darse cuenta de que ha habido iguales en su contra o a favor del Madrid. Yo les pregunto, en 2014 cuando el Atlético de Madrid ganó la liga en el Camp Nou al empatar a uno y Messi metió un gol en fuera de juego que no era, ¿dónde estaba Negreira aquel día?, ¿estaba en un permiso por asuntos propios? También en el Benito Villamarín en 2017, cuando un gol de Suárez entró un metro y medio y el árbitro no lo concedió, ¿ese día se puso malo Negreira? Obviamente, estos casos son errores arbitrales que se han dado y que se seguirán dando porque los árbitros son humanos y se pueden equivocar, y al igual que he ejemplificado errores en contra del Barça, obviamente también hay errores a su favor, igual que sucede con el Real Madrid. Es una quimera pretender decir que el Barça ha sido tan exitoso gracias a los pagos a Negreira, porque tras lo explicado, y como opinión personal, una de las opciones que se contemplan es que todo este asunto va más allá de un simple soborno a árbitros (que además según una de las líneas de investigación de la Guardia Civil posiblemente ni se produjo), sino que probablemente existió una trama de corruptelas entre el Barça y personas afines a la RFEF para que ciertos particulares se lucrasen a costa del Barça o para tener cierta influencia en las decisiones extradeportivas de la Federación, cosa que el Barça pensaba que tenía el Madrid. Sin embargo, y aunque sería el peor escenario para el aficionado culé, puede ser también que el FC Barcelona intentara, como dijo Negreira en una de sus primeras declaraciones a la Agencia Tributaria, lograr una neutralidad que creían no existía porque, como Sique Rodríguez piensa que sostenía el Barça: “en Madrid manda el Madrid, y había que hacer algo”. Nadie sabe hoy en día qué pasará en el futuro con el Caso Negreira, y sólo el tiempo nos alumbrará con la verdad de lo que realmente sucedió. Como culé tengo que decir, y aunque finalmente la jueza absuelva al Barça, que es notoria la poca ética o, al menos, el poco tacto que se ha tenido durante esas cuatro presidencias de tener a sueldo, sea por el objetivo que sea, al vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). No obstante, como estudiante de Derecho puede ser un gran caso a analizar debido a sus múltiples aristas.  El caso Negreira, continuará…

Luis Baeza
Alumno de Derecho y ADE en la Universidad de Alicante


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