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Chinoy, el bardo que ve alegría en el futuro

ChinoyMauricio Enrique Castillo Moya (11 de enero de 1981, San Antonio, Región de Valparaíso), más conocido por su nombre artístico, Chinoy, es un cantautor, poeta y pintor chileno.

De Chinoy podría decirse que es un artista que ha crecido por derecho. Sus canciones, que fueron siendo colgadas con vídeos casi siempre en la calle, en portales como youtube, desde el minuto uno lograron el beneplácito e incluso la pasión enconada de un gran número de seguidores de la buena música, sobre todo de la de cantautor, transgresora, y de los amantes de la poesía y del arte auténtico y sin concesiones; así, mediante un boca a boca que ya es un fragor, Chinoy es un muy reputado y admirado artista. Su página de myspace cuenta con decenas de miles de visitas; en un año subió considerablemente su tráfico gracias a temas como «Valpolohizo», «Corazón» o «No empañemos el agua». Aunque se hizo finalmente conocido a nivel internacional cuando el cineasta Andrés Wood lo invitara a componer para su película “La buena vida” en 2008. Desde ese hito, Chinoy participó en múltiples espectáculos como el Festival de Solistas en Solitario del capitalino Cine Arte Normandie, que reunió a grandes figuras como los argentinos Coiffeur y Félix y los chilenos Gepe y Nano Stern. También participó en la conmemoración del centenario del natalicio de Salvador Allende en el Estadio Víctor Jara junto a Los Tres y Denisse Malebrán y actuó en la segunda versión de la Cumbre del Rock Chileno en el Club Hípico de Santiago.

En su página oficial de facebook, nos sintetizan sobre el artista que es un cantautor, poeta y compositor adscrito a la tercera generación de cantautores chilenos de la década del 2010. Se vincula con la trova, el folk, el rock y el punk. Con 7 álbumes de estudio y 5 libros ha dado giras por Europa, Asia y Latinoamérica.

Para sus seguidores más acérrimos, con Chinoy estamos ante uno de los mayores y más originales e intensos cantautores de la historia, cuyas letras están, seguramente, entre las más preciosas, verdaderas y profundas que se han dado en la canción de autor.

Actualmente Chinoy trabaja en muchos proyectos artísticos; conozcamos cuáles e iniciamos esta entrevista para conocer más a la persona y al artista; en este caso unidos ambos conceptos inextriclablemente.​

  1. ¿Qué soñabas ser de niño? ¿Qué hacías? ¿A qué cosas jugabas? Cuéntanos

algo de ello.

Creo que varias cosas soñé ser. Monje por ejemplo o ninja, futbolista como cualquier niño, pero sé que desde temprana edad deducía que lo mío iba a ser el canto. Me ponía celoso que otros cantaran, sentía que era serio hacerlo, así que esperé hasta mis siete años para entrar a un coro en el colegio. Desde ahí me conocieron como cantante. Gané varios festivales en clubes deportivos y festividades de la ciudad.

Era un niño muy inquieto, muy explorador, viví un año en un barrio vacío, sin más personas que mi familia. Un lugar a las afueras de San Antonio, una población rodeada de mucho campo. Mi padre era el contador así que llegamos primeros a este espacio, allí descubrí los bichos, las lagartijas, entraba a las casas vacías, me iba a caminar por los bosque a los alrededores, me perdía, me iba a mirar a unas quebradas a los camiones que pasaban, me parecía un lugar misterioso, siempre tuve una intuición acerca de lo misterioso, de las medidas de lo metafísico. También me gustaban las historias de fantasmas y duendes, y al mismo tiempo me llevaban a varias iglesias donde me ponían a estudiar la biblia, así que tenía algo de santurrón, un representante enano de cristo.

Luego cuando llegaron los primeros niños fui muy cercano, llevaba a mis amigos a esos escondites que había descubierto.

  1. ¿Cuándo comenzaste a crear? Quizá cuentos, letras, canciones, imágenes, mundos…

Lo primero fue el dibujo, deduzco que era mi imaginación la que estaba en proceso de creación. Sería hasta los trece años que descubrí que tenía potencial en la canción en general. Creé mis primeros temas, me sentía en rebeldía y enamoramiento, y eso me hizo un relato para escribir. Empecé una banda con la cual ensayábamos seguido, el estilo era el punk rock, y la banda se llamaba “Don Nadie”. Hicimos un álbum que está en Youtube. En esos mismos años conocí a uno de mis mentores, un compañero de escuela que era poeta y con el cual teníamos grandes conversaciones. Aprendí a escribir pero por sobre todo a leer, a querer lo artístico, por su gran mención del mundo.

  1. ¿Cuáles son tus orígenes sociales y familiares y en qué medida determinaron tu forma de ver el mundo y ejecutar tu arte?

Mi origen social es de clase media pobre, si bien en mi casa nunca faltó nada, todo era muy frugal. Y claro que tuve carencias, pero la verdad que disfrutaba mucho del personaje que iba armando de mí. Siempre tuve una imaginación activa, no me aburría con nada. Venir de una población humilde en Chile te da roces distintos y ver el pesar de lo vecino te hace propenso a pensar al otro, a cuestionarlo todo, y arrojarse al mundo con rabia y creatividad, cosa que creo interpretar totalmente cuando canto. Pero lo que más influenció mi trabajo en este aspecto es la otredad, lo raro del pensamiento en sí mismo, la búsqueda de una soledad que satisficiera ese crear de adentro, para tesoro propio y ajeno, una búsqueda de consuelo y pequeñas alegrías en medio del panorama a veces inerte de sentidos y belleza de la localidad.

  1. ¿Existe alguna experiencia trascendental, triste o alegre, que haya generado alguna canción o disco que desees resaltar?

La experiencia de la soledad en la práctica me dio todas las canciones y cosas que contar, pero a mi llegada a Valparaíso el roce constante con la gente de la ciudad, de la bohemia, las conversaciones enérgicas, el día a día con las canciones en las noches de bar, en los mítines universitarios, fueron poco a poco desarrollando lo que iba a ser el disco “Que Salgan los Dragones”. En esos años mi participación en las distintas actividades de la ciudad, el habitar constantemente los espacios públicos como músico ambulante fueron un regalo que me dio todo el bagaje y las experiencia para animar una protesta amplia al sistema, crear el relato desde la acción, y lo que estaba en la comunidad alternativa, en la contracultura. 

  1. ¿Klara es alguien o una fuerza de la naturaleza? Quizá cuando hablas a “Klara” en la canción de mismo nombre, nos hablas todas/os…

Klara es una novia que tuve por esos aquellos años en Valparaíso, y que es para la canción la cómplice de esas circunstancias. El puerto donde vivía como músico de los bares y la calle. Klara es la compañera en estas andanzas de amores y canciones.

Naturaleza, mitología. Aparece mucho en tus canciones. “Hoy no empañemos el agua”, “Que salgan los dragones. También hay una fuerte crítica social a la opresión estatal y de todo tipo y al marasmo e indolencia de la gente.  

La idea es usar todo el material que se tenga para la expresividad, no lo pienso mucho, sale así, creo que por lo leído y la libertad también de correrse de lo normado en cuanto a discurso, darle chance al vuelo sensorial, a lo dictado por la belleza de las palabras y lo divisado en el interior.

7.¿En qué trabajos o empeños andas últimamente, si podemos saberlo?

Hoy por hoy estoy viviendo en México, con algunos lanzamientos nuevos en la música, escribiendo mi nuevo libro llamado “Puerto Santo”, y pintando una exposición que espero para septiembre poder presentar en esta increíble ciudad.

  1. Ahora te diré, por último, algunas palabras al azar, y tú di lo que se te ocurra sobre ellas, con rapidez. ¿Vale?

Caballo:

Viaje

Lluvia:

Caricia

Madre:

Corazón

Futuro:

Alegría

Pasado:

Candor

Entrevista a Chinoy, cantautor chileno reconocido internacionalmente. Por Ángel Padilla


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