Arqueólogos de la UA descubren la puerta principal de la fortificación de Los Almadenes (Hellín) construida para servir de muelle de carga
Los resultados de los trabajos de investigación apuntan a que los pobladores de este asentamiento de unos 5.000 m2 de extensión, situado en un entorno árido y abrupto, se dedicaban a la extracción de azufre
Recientemente, un equipo de arqueólogas y arqueólogos del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) de la Universidad de Alicante han sacado a la luz la puerta principal del asentamiento protohistórico de Los Almadenes (Hellín, Albacete). El objetivo de la campaña de excavación ha sido estudiar la puerta oriental del asentamiento y comprender mejor el sistema de acceso a la potente fortificación.
La actuación forma parte de un proyecto de investigación más amplio centrado en el estudio de Los Almadenes y su entorno durante el periodo histórico conocido como Hierro Antiguo. Estos estudios se iniciaron en 1993 y han continuado hasta ahora revelando numerosos detalles de la vida cotidiana y de la organización social y económica de este asentamiento fechado entre finales del siglo VII y mediados del VI a.C.
El asentamiento, de unos 5.000 m2 de extensión, se encuentra en un paraje natural espectacular marcado por los ríos Mundo y Segura que confluyen a apenas tres kilómetros al sur del yacimiento. Así, la fortificación se erige en un cerro triangular protegido por dos de sus lados por los acantilados que conforman el cañón de Los Almadenes.
Sin tierras aptas para la agricultura y la ganadería y fuertemente amurallado, se desconocía por qué en el siglo VI a.C. un grupo humano decidió levantar un asentamiento de algo más de media hectárea en un entorno árido e inhóspito para la vida humana con unas medidas defensivas tan potentes. A este interrogante se le sumaba el hecho de tener una duración muy corta, ya que fue abandonado apenas unas décadas después de su fundación y nunca volvió a ser ocupado. Durante las casi dos décadas de investigación dirigidas por la catedrática de la UA Feliciana Sala se han ido añadiendo distintas piezas al puzle que han permitido generar una hipótesis consolidada: un asentamiento de vocación minera dedicado a la explotación del azufre.
La campaña sobre la puerta principal, que terminó a finales de septiembre 2020, ha aportado nuevos datos que reforzarían esta hipótesis de la explotación del azufre del entorno. En este sentido, se explica que la puerta de la muralla excavada este año no coincida con las características típicas de una puerta urbana o militar, como se documenta en otros sitios arqueológicos similares.
Fuerte carácter económico
La puerta de Los Almadenes presenta un marcado carácter económico. “Tiene como rasgo distintivo un muelle de carga y descarga destinado al trasiego de mercancías y materiales como así lo atestiguan las numerosas ánforas y vasos de almacenaje hallados en los edificios excavados hasta ahora”, apunta Feliciana Sala. La puerta abre paso a un pasillo de entrada, de unos 3 m de anchura, que se puede considerar normal dentro de las construcciones defensivas de esta época, lo insólito es el desnivel de aproximadamente 1 m existente entre el pasillo de entrada y el exterior. En este punto, añade Sala, “el escarpe que rodea la cima fue convenientemente retocado hasta dejar un saliente plano que funcionaría como un muelle de carga y descarga respetando una pequeña rampa en el extremo derecho de la puerta para permitir el acceso al interior”.
Así pues, la información que aporta la excavación de la puerta principal del asentamiento parece reforzar el motivo que se sospechaba para la fundación del asentamiento. Los expertos de la UA indican que “el coste económico y humano que supone construir un enclave fuertemente fortificado en un espacio de difícil acceso, árido y hostil, aporta la certeza de que la fundación obedeció a una empresa socioeconómica capaz de generar enormes beneficios en el siglo VI a.C.” Y en estos momentos el azufre era un elemento escaso y altamente apreciado por las potencias mediterráneas que comenzaban a trazar complejas redes de comercio en el Mediterráneo occidental. Todos los datos que ha ido aportando la investigación arqueológica a lo largo de estos años justificarían que la fundación del enclave “en un punto tan al interior de la cuenca del Segura no fue otro que la explotación de una materia prima costosa y apreciada: el azufre. Ello implicaría la existencia en esta época de un sistema productivo de obtención de este producto y su salida comercial a través del río Segura”, explican los codirectores de la excavación Feliciana Sala y Pascual Perdiguero, catedrática de Arqueología e investigador predoctoral de la UA respectivamente.
La atípica localización del sitio, la construcción de una potente fortificación con una puerta de acceso con muelle de carga, la existencia de espacios destinados al almacenaje de grandes cantidades de ánforas y vasos de almacenaje y la confirmación de los análisis de algunos restos de azufre en contextos estratigráficos fiables, “aportan poco a poco respuestas que dibujan un panorama muy interesante para la investigación arqueológica sobre el yacimiento ilunense y que promete seguir ofreciendo datos para el conocimiento de los sistemas de organización de las sociedades protohistóricas”, señalan Sala y Perdiguero.
En la campaña sobre la puerta principal han participado profesores, doctorandos y estudiantes de la Universidad de Alicante y especialistas de varias disciplinas de la Universidad de Valencia: Arturo García, Elena Grau, José Luis Martínez, Pascual Perdiguero, Guillem Pérez, Pedro Ramón, Patricia Rosell, Feliciana Sala y Pablo Verdú. Estos trabajos se han llevado a cabo gracias a una subvención del Programa para el desarrollo de proyectos de investigación sobre el Patrimonio Local del Instituto de Estudios Albacetenses “Don Juan Manuel” (IEA).
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