BASTA YA DE MORDAZAS A LA LIBERTAD SINDICAL POLICIAL
En los inicios de la Democracia en España y en la Policía Nacional, valientes trabajadores de la función pública conquistaban, a riesgo de perder su trabajo y libertad personal, derechos que demandaban tanto el colectivo policial como una ciudadanía sensible a lo que debía ser nuestra naturaleza respecto a su carácter civil al servicio del pueblo y por una libertad de sindicación para hombres y mujeres dentro de la Policía. Muchos de los actuales funcionarios en activo y en segunda actividad, heredaron unas condiciones laborales impensables gracias a aquellos que se manifestaban, realizaban pintadas, usaban panfletos, pegatinas y cualquier acto que pudiera servir para obtener una reforma imprescindible en un cuerpo policial militarizado que represaliaba cualquier intento de democratizarlo.
En los últimos días los representantes sindicales, colaboradores y simpatizantes de ARP, hemos tenido que hacer frente a través de diferentes vías a un ataque a la libertad sindical sin parangón por lo despreciable e incomprensible de su origen y autoría, consistente en la orden de retirada de nuestros tablones informativos de todas las dependencias policiales de la Comunidad Valenciana. Todo ello auspiciado por denuncia de un representante del SUP en aquella demarcación, que olvidándose de los principios y valores por los que se constituyó ese sindicato actualmente alejado en sus postulados de su origen, ha propiciado que la Jefatura Superior de Policía de la Comunidad Valenciana trate de retirar esos tablones antes del día 15 de Mayo en base a unos artículos de la Ley de Personal, que como es sabido, fue rechazada por toda la oposición en el Congreso de los Diputados, y por éste mismo sindicato al que pertenece el denunciante, al considerase anticonstitucional y restrictiva en derechos fundamentales.
Casualidades de la vida que en fecha para el recuerdo como es la del 15-M, cuando se está celebrando el mayor fenómeno y movimiento social y político desde la Transición en este país, nos encontremos aquí tratando de defender un mejor modelo de sociedad a la actual a través de la defensa a ultranza de vuestros y nuestros derechos. Estamos hoy en la puerta de la Jefatura Superior de Policía de Valencia una representación nacional de ARP para tratar de llamar la atención en la defensa de un derecho constitucional como es el de la Libertad Sindical que se trata de cercenar a los funcionarios afiliados a ARP.
La pregunta que habría que hacerse es, qué se pretende con esta denuncia y quién la está utilizando para impedir que ARP exponga y se conozcan sus planteamientos reformistas por los funcionarios policiales en las comisarías y centros de trabajo para acabar con un modelo policial y de representación sindical acomodado que impide que los policías tengamos mejores condiciones laborales y económicas.
Han transcurridos 31 años de existencia de un Consejo de Policía no vinculante y unas leyes Orgánicas que deben ser derogadas, pues de lo contrario, los compañeros en activo, segunda actividad y jubilados, seguirán siendo los peores atendidos por un gobierno dentro de la Unión Europea, que sabe que el movimiento sindical en la Policía es inexistente y seguirá aprovechándose de la falta de respuesta sindical a los agravios con otros cuerpos de la administración local y autonómica.
Desde hace ya demasiados años el colectivo de policías nacionales se está viendo afectado por un continuo reguero de actuaciones que provenientes desde la Administración están afectando de manera negativa tanto a su jornada laboral como derechos, entre ellos el de una retribución justa respecto a otras Policías. Además de que cada vez vemos más debilitada la defensa del colectivo debido a unas inoperantes e ineficaces organizaciones sindicales más preocupadas por una formación (y los negocios adyacentes) y el ofrecimiento de servicios y descuentos (nada que no se pueda conseguir desde otras vías) que parecen ocupar el tiempo de sus excesivas jornadas de liberación sindical ( estamos en cabeza en España) en otros temas que en nada ayudan a mejorar la situación.
Pues en este marco desagradable e inaceptable de pérdida de derechos, de desafección de los trabajadores y afiliados con los sindicatos por la falta de reivindicación y logros, de las noticias de cúpulas sindicales aprovechándose de su cargo para ganar dinero, de liberaciones excesivas en número y tiempo sin apenas resultados utilizadas para comprar voluntades y dormir movilizaciones, y en definitiva, de una indignante sensación de falta de esperanza y soluciones, no se le ocurre otra cosa al sindicato decano y mayoritario en el colectivo policial, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) que atacar a la libertad de expresión y de comunicación sindical del emergente sindicato de reciente creación Agrupación Reformista de Policías. Un sindicato el nuestro con apenas meses de vida, creado desde la ilusión por unos pocos funcionarios policiales, que no sin grandes dificultades, utilizando tiempo que restan a su familia, amigos y ocio, ha llegado al movimiento sindical policial a ocupar el espacio reformista, progresista, de defensa de los Derechos Humanos que había quedado vacío, y que antes ocupaba el SUP, que sólo mantiene de su antigua esencia la inercia y que poco a poco el tiempo va desenmascarando su verdadera identidad.
Y es que lo anteriormente dicho lo certifica el que la tarde del viernes día 5 de mayo se nos notificó desde la Dirección General de la Policía, a través de esta Jefatura Superior de Policía que tenemos delante y previa denuncia del Sindicato Unificado de Policía (SUP), avalada por la División de Personal, y en una decisión sin precedentes desde el inicio de la democracia atentatoria contra el derecho constitucional a la Libertad Sindical, que ARP debía retirar sus tablones informativos de las dependencias policiales de dicha Jefatura por no ser una organización representativa.
Esta decisión que se toma en base a la nueva ley de personal de 2015, que desde ARP consideramos que en este aspecto atenta contra los derechos constitucionales, contradiciendo además autorizaciones recientes de la misma Jefatura y que jamás afectó a otras organizaciones sindicales policiales no representativas, como así lo atestigua documentación oficial que consta en poder de la Agrupación Reformista de Policías.
Consideramos esto un ataque frontal a la libertad de los policías desde el SUP con la connivencia de la Jefatura de Policía en la Comunidad Valenciana, único lugar en España que procede contra nuestros derechos y encabezada por el Comisario D. José Javier Cuasante, del cual es bien conocida tras su paso por la Comisaría Provincial de Alicante su buena disposición para intentar frenar a sindicalistas reivindicativos cuando se manifiestan en las puertas de las comisarías que él controla.
Esta problemática represiva de derechos nos ocasiona una duda más que razonable sobre quién dirige realmente la Jefatura Superior de Policía si tenemos en cuenta el hecho de que coincidiera en 20 de marzo, la aprobación por parte del Sr. Cuasante de la colocación de los tablones con la ignominiosa denuncia del SUP solicitando su retirada. O el Jefe Superior valenciano ha quedado desautorizado por la acción reprobable del sindicato SUP o cabe pensar que pudiera haber una presunta connivencia de ambos para conseguir el mismo fin, la defenestración de la Agrupación Reformista de Policías por temor a nuestra posición nada corporativista y reformista que puede afectar a los intereses de un “Patrón” y de un sindicato policial que se ha significado en la Comunidad Valenciana como represor de las emergentes
reivindicaciones de ARP.
Esta denuncia confirma que se han alejado desde dicho sindicato de los postulados de un sindicalismo honesto y reivindicativo, sirviendo de herramienta represiva de la Administración para acallar a la única voz reformista y realmente convencida de la necesidad de un cambio de modelo policial y sindical. Si en algo es positiva dicha represora noticia es en la certeza de que debemos estar transitando por el buen camino y en la buena dirección si somos receptores de ataques de esta índole.
No vamos a entrar desde nuestra organización a partir de este momento en polémicas y ataques superfluos que nos distraigan y resten fuerzas, ni a permitir ser utilizados en procesos electorales internos de otras organizaciones, ni a ser desviados de nuestros verdaderos objetivos que son el bienestar y mejora de las condiciones profesionales del colectivo policial en consonancia con los requerimientos de una ciudadanía que se sienta identificada con nosotros.
Y por supuesto que NO NOS VAN A CALLAR y por ello comunicamos que si no se recula respecto a esta desafortunada decisión, tomaremos medidas legales al respecto, en la vía judicial correspondiente porque consideramos que hay base para pelear en la instancia adecuada defensora de derechos fundamentales.
La Agrupación Reformista de Policías está formada por policías que llenos de ilusión, preparación, experiencia y ganas crearon y llenaron las siglas ARP de dignidad y contenido.
Estamos en las antípodas de aquellos que utilizan las siglas de su organización para escudarse o en beneficio propio hasta el punto de olvidarse de su verdadera naturaleza haciéndole el trabajo sucio a aquellos que nos someten a situaciones profesionales inconcebibles e inaceptables.
Esos tablones que ahora, en una infame decisión, quieren que se quiten de los centros de trabajo cabe recalcar que han sido sufragados por diferentes policías y representantes sindicales de su propio bolsillo, al igual que todo aquello que han denominado de manera peyorativa “propaganda” utilizando un vocabulario que descalifica a su emisor, es el trabajo impecable realizado en muchas horas particulares por funcionarios honestos y entregados con la única meta del bien de todo el colectivo y la sociedad en su conjunto.
Mañana puedes ser tú quién se encuentre en una situación de ataque a tus derechos y con la Agrupación Reformista de Policías queremos que sepas que siempre podrás contar, y que nunca esconderemos la mano para levantar la bandera de los miles de policías que reclaman unas actuaciones diferentes a las de los liberados con privilegios de productividades, embajadas y buenos destinos profesionales.
Y es por todo lo dicho que SOLICITAMOS en defensa de esta lucha por la libertad sindical el apoyo, participación e implicación de todo el Colectivo Policial, del conjunto de la Ciudadanía, Partidos Políticos y resto de organizaciones del tejido social, porque no se puede permitir que una ley impida ejercer constitucionalmente unos derechos más que consolidados en un país que se considere democrático como es España.
El Órgano Coordinador
Agrupación ARP
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