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«El dolor nos aliena, nos convierte en otros».

Nohelia AlfonsoAmar a la bestia, la novela con la que la Nohelia Alfonso ha obtenido el premio Camilo José Cela de Narrativa, se ha convertido en un pequeño fenómeno editorial. Con apenas unas semanas en el mercado ha desbordado todas la expectativas y ya se está imprimiendo su segunda edición. La novela de esta joven autora leonesa es una historia «psicológica, oscura y llena de intriga» sobre la construcción de la identidad, la memoria y las relaciones tóxicas en la que la huella de Alicia en el país de las maravillas es evidente. Una intriga donde el olvido vertebra la acción a través de la historia de tres generaciones de mujeres en la cuenca minera leonesa. Cada una de ellas ama a su particular bestia.

El título pone en evidencia una contradicción, que a menudo está en la base de todas las relaciones abusivas o tóxicas y en el origen del maltrato psicológico, según la autora, «darle amor a alguien incapaz de devolver otra cosa que no sea daño, no sirve para nada más que para hacernos sufrir, para perdernos a nosotros mismos, para olvidar quiénes somos. La forma en que amamos y la forma en que aprendemos a amar nos construye, nos identifica. Si lo que hemos aprendido a querer es algo dañino, es posible que sigamos amando el daño incluso cuando el objeto de nuestro amor ya no esté o sea otro». El título es una frase de la protagonista de Rabia, de Jordi Sierra i Fabra, una novela que marcó profundamente a Nohelia Alfonso con  quince años, tanto el libro, porque habla de una adolescente que quiere ser escritora, como la frase en sí: «Es lo que pasa por amar a la bestia: el amor puede ser puro, pero la bestia… es la bestia». Y cada una de las tres generaciones de mujeres que protagonizan la novela tienen su particular «bestia».

Un éxito inesperado

Nohelia Alfonso es la autora más joven que ha obtenido el Premio Camilo José Cela de Narrativa, que ya va por su edición número treinta. Para ello tuvo que competir contra 115 obras. Para la autora, este galardón supone «un reconocimiento muy gratificante, la oportunidad de llegar a los lectores, y muchas ganas de seguir escribiendo». Con su obra anterior, Alas de musgo, obtuvo el Premio Asturias Joven de Narrativa en 2018.

La novela llegó a las librerías hace apenas tres semanas, y ya ha agotado su primera edición. Las reservas en preventa de «Amar a la bestia» en la web de la editorial  sextuplicaron las previsiones más optimistas de Ediciones Versátil, que ha hecho un esfuerzo extra por dar respuesta al entusiasmo de los lectores. Según su editora, Eva Olaya, están tratando de entender el secreto de este éxito «probablemente sea por la combinación de varios factores: el tema, las relaciones tóxicas, la intriga, las referencias a Alicia en el país de las maravillas, que es un clásico plenamente vigente, con millones de fans, la potencia del título y una cubierta que ha conectado con el público».

Mica en el país de las maravillas

La huella de Alicia en Amar a la bestia es evidente. Para Nohelia no fue una lectura de su infancia, si no que llegó a ella justo cuando estaba pergeñando la escritura de su novela, y la impronta de Carroll se coló en su historia. La lectura de Alicia «me detonó el cerebro. La protagonista de Amar a la bestia, Mica, que acaba de despertar tras dos años en coma, debe recuperar la memoria y la identidad, «Mica, en cierto modo, es una Alicia, alienada en un mundo que no es el suyo, dudando de su equilibrio mental, pero haciendo sola el viaje de regreso a sus orígenes, o a su nueva identidad, puesto que es ella quien elige hacia qué lado de la madriguera camina». Y Mica también se relaciona con el Conejo Blanco, que simboliza en su novela el confiar en la propia intuición, incluso a pesar de las opiniones de los otros. Mica lucha por comprender quién fue, por recordar, a pesar de que su entorno, su hermana gemela, su mejor amiga, intentan por todos los medios que empiece de cero; ella ni siquiera sabe si el siniestro de tráfico que le provocó el coma fue un accidente o un intento de suicidio. Para Nohelia Alfonso, no hay nada terapéutico en el olvido, «es un mecanismo inconsciente de evitar el sufrimiento que a veces puede llegar a producir más daño. En el libro, el olvido está por todas partes precisamente para romperlo. Aun olvidando, el dolor sigue ahí y se manifiesta, te duele para que lo recuerdes, para que hagas algo al respecto, para que seas otra persona, para que te salves. Al fin y al cabo, el dolor nos aliena, nos convierte en otros».

Una intriga donde el olvido vertebra la acción a través de la historia de tres generaciones de mujeres en una cuenca minera leonesa.

Nohelia Alfonso nació en una cuenca minera, en La Robla, León, y hace varios años trabaja como profesora de Lengua y Literatura en Asturias, en algunos institutos de las cuencas mineras. El futuro de su familia y de todas las personas de su entorno se vio tremendamente afectado por la desaparición de la minería, que fue arrojada «al más cruel de los olvidos, y con ella todo un patrimonio cultural que definía a los pueblos que vivieron de ella, de pronto despojados de su identidad. Esto, además de tocarme muy de cerca, reforzaba la idea poética del libro: ¿qué somos cuando olvidamos lo que hemos vivido?».

Esta profesora de Literatura milenial, aficionada al canto y al dibujo, que tiene entre sus obsesiones literarias la búsqueda de la identidad, la memoria y el olvido, está llena de presente y de futuro y, no sabemos si es algo buscado o no, pero sin duda va a trascender a través de sus novelas.


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