Alicante, capital histórica del vino mediterráneo
Estamos muy satisfechos de desembarcar por fin en el puerto de Alicante con la exposición ·”3000 años de cultura del vino” que acabamos de presentar.
Después de 2 años y medio, hemos querido que la última plaza de este proyecto fuese Alicante para subrayar su importancia como centro histórico de la actual denominación de origen. Y que fuese en su puerto, para reforzar ese hito que supuso la alianza con él y por el que somos hoy en día lo que somos.
Que el viñedo de Alicante sea un patrimonio de enorme calado en nuestra sociedad, no es solo por méritos propios. Lo es, porque -como en cada ciudad donde hubo un viñedo importante también había un puerto.
Y gracias a ese puerto, los vinos fueron viajando por el mundo dando fama a esa ciudad. Asi, al igual que hoy conocemos ciudades como Oporto, Jerez, Marsala, Burdeos… antes que todas ellas, existía un ”Alicante”. Ese Alicante de vinos míticos que figuraban en las mejores casas europeas y que le dieron prestigio antes de que fuese una ciudad española, o como ahora un destino turístico de playa.
No hay vino internacional sin un puerto abierto. Y eso es lo que pasó aquí: una pujanza de una marca de vinos, “Alicante”, que creó una estructura económica y social determinante en el crecimiento y gestión de la propia capital, y en el desarrollo de la provincia durante siglos. Por eso nos atrevemos a decir que aquí se fraguó uno de los primeros vinos europeos. Un vino de paz, para la paz, y para el placer, que hablaba de lo que somos, de nuestro sol, de nuestra calidez, antes de que nosotros mismos fuésemos capaces de hablar inglés o ruso.
Nuestro propósito es recuperar esa memoria para el futuro, y devolver Alicante al mapa mundial de vinos. Algo para lo que necesitamos entender lo que pasó aquí y su significado; y actualizarlo a su vez con la vigencia de calidad que se está alcanzando en las últimas décadas. Queremos convertir en “Alicante, capital histórica del vino en el mediterráneo” un proyecto para el que ya estamos trabajando y para el que necesitamos la colaboración de todos.
Por eso hoy los vinos han vuelto al puerto de Alicante con esta exposición que hemos querido complementar con el añadido de toneles que formaban parte de las imágenes primeras de la ciudad. Unos elementos que estamos seguros servirán para recuperar memoria histórica y que además nos gustaría que se quedasen en este emplazamiento. Es más nos gustaría que en el mismo puerto se ubicara un centro de interpretación histórica del vino como pasa en otras capitales vitícolas y que supone un contenido de alto valor para la ciudad y su enfoque gastroturístico.
Aunque la historia del vino de Alicante tiene, como verán los paseantes en la exposición, muchas más localizaciones, hitos y valores. Todo lo que se cuenta en esta muestra y que nos sirve para actualizar la gran dimensión del sector en nuestro territorio. Algo que hemos contado con la colaboración de tres ilustradores que han preparado la nueva imagen de esa historia: Miguel Calatayud, Paula Alenda y Erre Gálvez.
Y haciendo territorio una vez más hemos paseado esta exposición por todas las comarcas de la provincia, durante dos años; desde aquella pandemia que nos confinó a todos y que nos obligó a crear actividades que supusieran estar en contacto con el paseante al aire libre.
Así hemos recorrido 13 ciudades en las principales comarcas. Empezamos en Dénia para celebrar el fantástico patrimonio del lagar de Benimaquía, como también al lado de los Banys de la Reina en Calpe, ambos en la Marina Alta.
Y hemos estado en el Vinalopó Alto: en Villena y Elda. En la Vega Baja, con Orihuela y Torrevieja. En la Marina Baja, en Alfaz del Pí y Benidorm. En el Vinalopó Medio en Aspe. En el Vinalopó bajo, en Elche, en l´Alcoiá en Alcoi. Y en el Alicantí en El Campello y estos meses en Alicante.
Pero también hemos visitado la ciudad de Valencia y la de Castellón, porque queremos reforzar el valor de la DOP Alicante como patrimonio de la Comunidad Valenciana, en su patrimonio medioambiental y enológico y cultural. Algo verdaderamente único en el mundo.
Y gracias cómo no, a la Conselleria de Agricultura, la Diputación de Alicante y la Fundación Cajamar patrocinando esta itinerancia y a la Autoridad portuaria.
Pero también de todos aquellos visitantes, que es imposible cifrar, pero que nos han devuelto esas expresiones y caras de admiración cuando nos han dicho “pues yo no sabía nada de esto…”, “pero … “qué bonito es lo que contáis”, ¿pero “cómo no se habla más de todo esto?” Es constante y nos llena de orgullo y nos plantea ante el reto de “como seguir contando o cómo dar continuidad a nuestro viñedo y nuestros vinos, contando esta historia.
Como Sherezade cuando contaba sus cuentos para sobrevivir ella misma, para nosotros seguir contando esta historia real, supone seguir manteniendo con vida este viñedo único de la DOP Alicante, actualmente en peligro de extinción.
Óiganlo ustedes. Bébanlo ustedes. Habrá más vida para todos.
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