Valencia, 19 de febrero de 2021.

Hoy es la presentación oficial de mi decimoquinta novela, El lenguaje de las nubes. Que cierra la serie de novelas Los valles del interior. Es la más íntima y personal de las otras cuatro novelas Los valles del interior, Una chalet en las afueras, Arena entre los dedos, y Una vida de luxe. Me la va a presentar está vez, Ramón.  Se ofreció el propio Ramón a hacerlo, lo cual quiere decir que ha desaparecido el resentimiento por ambas partes. Cosa, que ha llenado de júbilo a las niñas. Que acudirán sin rechistar.

La de Madrid, corre a cargo de Arturo, hecho que nos honra a los dos. Me tocará hacer de madrina de su próxima novela. Así hacemos las cosas en este mundillo. Como en el resto de gremios, claro está. Las presentaciones de Madrid, no es que no me agraden, son más glamurosas, como más oficiales. A las de Madrid, acudimos todo quisque, como está mandado. A veces, hasta acude el o la Ministro o Ministra de turno. Lo cual implica, más protocolo, más circunspección. Más glamour, pero menos espontaneidad.

Sin embargo, las de Valencia, me agradan más. Son más familiares, más íntimas, más espontáneas. A ellas acuden todos los míos, quieran o no quieran. Y por lo tanto, me siento más arropada, claro está. Pero a la vez, es peor porqué he de esforzarme al máximo, para estar y ser perfecta. Debo de dejar a un lado, que soy madre, hija, hermana y tía, para ser la escritora. Y eso cuesta un rato largo. Ya que entre tanta familia, je, je, je… En las de Madrid, como que ya vas con el personaje puesto desde que sales de casa. Aquí, no.

Ahora estoy en el dormitorio de mi casa, intentado relajarme, mientras me digo, que es una presentación más. Pero no es así, estoy más nerviosa que de costumbre. No sé si es por la sensación que tengo, de ver aún a mis padres asistiendo a ellas. Siempre me digo, que “¡Ésta es la última presentación a la que acuden ambos! Y por lo tanto, vívela a tope, Marta, colega”. Pero me da que este año, sí que va a ser así. O que me va a realizar la presentación, mi ex. O que lo hago con mi anillo de pedida… No lo sé, pero estoy más nerviosa que nunca.

(Continuará)

(Cualquier parecido con la vida real, es una mera coincidencia)

Amparo Gimeno Pastor