Se han repartido dos tipos de galletas ecológicas, Delizias de avena con canela y Delizias de cúrcuma y chía a granel

La empresa Bio-Darma ha realizado una donación de seis palés, 1.200 kilos de galletas para la fundación Mensajeros de la Paz gestionada por el Padre Ángel. Esta acción valorada en 10.300 euros se realizó el pasado lunes 24 de julio en las instalaciones de la entidad situada en la calle Ribera de Curtidores, nº 2 de Madrid. Las galletas donadas son ecológicas y de dos tipos: Delizias de avena con canela y Delizias de cúrcuma y chía a granel. El donativo irá destinado a varios proyectos: apoyo escolar para complementar el desayuno y merienda en colegios, para madres de acogida, para los tres comedores Robin Hood de Mensajeros de la Paz y para el Aula Cuna que trabaja con menores de familias en riesgo de exclusión.

Durante la donación, el Padre Ángel agradeció de todo corazón el gesto realizado por la empresa y dio a conocer los proyectos que están llevando a cabo, entre los que destacó el Aula Cuna y el colegio que abrirán en septiembre. Y añadió: “Me hace mucha ilusión esta donación, porque en Nochebuena vamos a poder compartir las galletas con los más necesitados”.

Por su parte, Emilia García Sánchez, gerente y fundadora de Bio-Darma, comentó la “satisfacción por la donación” y dijo haber vivido un “momento gratificante y mágico” junto a su equipo. Además, se alegró de que “todo el mundo pueda tener oportunidad de degustar y conocer el producto ecológico elaborado 100% con aceite de oliva virgen extra”. Asimismo, Emilia García agradeció a la fundación “el trabajo que realiza día a día”.

 Mensajeros de la Paz es una ONG laica fundada por el Padre Ángel García Rodríguez. En sus esfuerzos por mejorar las oportunidades de los más necesitados, la organización abarca múltiples ámbitos de trabajo social en España y proyectos de cooperación internacional en América, África y Asia. Los sectores de trabajo son: protección de la infancia desamparada, promoción de la mujer víctima de violencia machista, cuidado y empoderamiento de la dependencia, integración de los inmigrantes, atención integral a familias sin recursos y personas sin hogar, educación y desarrollo en comunidades deprimidas y ayuda a la emergencia en catástrofes naturales y crisis humanitarias.

Bio-Darma, que actualmente se distribuye en República Checa, Arabia Saudi, Líbano, Lituania, Kuwait y Portugal, se ha reunido en Alimentaria con clientes nacionales e internacionales. Ha sido un encuentro óptimo que ha establecido contactos comerciales con clientes potenciales, especialmente asiáticos.

Entre los productos que más han llamado la atención se encuentran las galletas de algarroba, relanzadas con una nueva receta que las hace más crujientes. “El consumo de algarroba ha evolucionado en los últimos años y, aunque algunas personas aún lo asocian con un producto secundario del medio rural, ya se reconoce su valor como fuente de hierro, calcio, vitamina A y fibras solubles. Además, su sabor es muy agradable, como han comprobado estos días numerosos asistentes a la feria a quienes se les ha ofrecido el producto a ciegas” explica Emilia García, gerente y fundadora de la empresa en 2001.

Bio-Darma ha recibido diferentes reconocimientos a nivel europeo, principalmente por parte de la Sociedad Agrícola Alemana (DLG). Ha sido la única empresa pastelera española en ganar diferentes Medallas de Oro, Plata y Bronce, por sus galletas saladas de algas y las de tomate y orégano, así como por sus galletas dulces de avena con almendra, las de avena con chocolate y las mencionadas de algarroba. Además, el pasado mes de mayo esta empresa nacida en Villena (Alicante) fue reconocida por la Generalitat Valenciana con el Primer Premio en la categoría Iniciativa Alimentación Saludable y Sostenible. Actualmente sus productos se distribuyen en supermercados, tiendas especializadas en nutrición y en canales horeca. En sus materias primas solo se usan productos ecológicos (Bio) y aceite de oliva virgen extra y se procura minimizar al máximo el riesgo de alergias alimentarias evitando la utilización de huevo, leche o trigo en la mayoría de sus recetas.