Browse By

Divorcios si, pero tus hijos no son armas de fuego

divorcios

Hola, papá.
Hola, mamá.

Solo quería deciros que os amo. Os amo demasiado.
Y me duele en mi corazón pequeñito que vosotros no os queráis.
Me duele tanto que a veces me cuesta respirar cuando os escucho discutir.
Siento que no me veis, o que solo me miráis cuando necesitáis atacaros entre vosotros.
Y, aunque no lo digáis abiertamente, empiezo a pensar que todo esto es culpa mía.
Lo siento. De verdad que lo siento.

 

Papá, cada vez que dices cosas feas de mamá, me arrancas un cachito del corazón.
Ya me duele bastante esta situación, ¿por qué haces que me duela más?
Mamá es esa mujer a la que le hacíamos cosquillas cuando estaba enfadada, ¿te acuerdas?
La que se reía con nosotros, la que nos cuidaba.
Mi mamá sigue siendo bonita, sigue siendo mi mamá.
Y cuando tú me dices cosas horribles sobre ella, me lo acabo creyendo…
Porque tú eres mi héroe, y los héroes no mienten.
Pero cuando estoy con mamá no siento nada de lo que dices.
Solo la veo triste. Y llora.
Y yo no sé qué hacer.

Mamá, tú tampoco puedes decir cosas feas de papá.
Para mí también es un héroe.
Ese que te traía flores y chocolate en tu cumpleaños.
Ese al que yo espero en la ventana cuando sé que viene a buscarme.
Yo también lo amo.
Y sé que tú estás triste, muy triste,
y te juro que haría cualquier cosa por verte feliz otra vez.
Te abrazo fuerte, mamá. Igual que abrazo a papá.

Yo solo quiero estar con los dos.
Cuando uno de vosotros me dice que no puedo ver al otro, yo me hundo.
Me duele el corazón, me siento pequeño, perdido.
No sé qué hacer salvo llorar en silencio,
intentando no hacer ruido para que no os enfadéis conmigo.
Porque tengo miedo de que un día dejéis de quererme.

Me obligáis a elegir, pero no puedo elegir.
Quien pierde, soy yo.

Busco a mis papás…
pero no los encuentro.
¿Qué ha pasado?
¿Por qué ya no estáis?
¿No éramos felices?

A veces me porto mal, sí.
Pero es porque no me veis.
Necesito hacer ruido para que me miréis.
Para que, aunque sea un momento, volváis a ser mis padres.
Incluso cuando me castigáis, siento que por fin me habéis visto.

Os amo.
Os amo tanto…

Quiero que volváis a sentir.
Que juguéis conmigo.
Que os vea juntos, aunque sea un rato, sin gritos.
Sin reproches.
Sin usarme como arma.

Cada vez que uno de vosotros intenta apartarme del otro,
me matáis el alma un poquito más.

No sé qué hacer.
Ayudadme.
Estoy pidiendo auxilio.

Vuestro hijo que os ama,
Daniel.

Ángela González


There is no ads to display, Please add some

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *