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“Carro de la compra de supermercado: S. Nathan Goldman”, Jesús Millán Muñoz

Nathan GoldmanEste objeto o instrumento o utensilio es una invención moderna y cumple el papel de ir adquiriendo y transportando las mercancías hasta llevarlas a un vehículo de motor.

Diríamos que las personas, durante varias generaciones transportaron las compras, casi siempre de alimentos, desde los Mercados de Abastos y tiendas y similares hasta sus viviendas. Diríamos cargando con el peso. Después, a grandes rasgos evoluciono hacia carritos de la compra con ruedas, grandes bolsas diríamos con ruedas, y, ya era más fácil y menos fatigoso la evolución y el cambio y el transporte hasta cada vivienda. Y, el tercer paso es el carro de la compra con ruedas en grandes superficies o similares, hasta el vehículo propio a motor o semejante, evidentemente, en medio produciéndose el pago de las mercancías adquiridas.

Entre tantos cambios que los humanos hemos producido en estos dos últimos siglos, uno es éste, hoy nos fijamos, siguiendo la trayectoria del artículo de opinión que toca todos los temas, las grandes preguntas y las pequeñas cosas o entes u objetos o cuestiones. Éste es uno de esos pequeños cambios… pero cientos de cambios producen un nuevo mundo. Un cambio llevará a otros, y, así se forma una cadena de cambios que se interrelacionan, en el camino se van dejando algunas ideas o conceptos o prácticas, realidades prácticas.

Pongamos un dato de erudición y de conocimiento, tomado de la eterna Wikipedia, lo expreso por agradecimiento, y, también para que nadie crea que soy tan listo, en la década de 1930, ya va a hacer un siglo. No sé si lo conmemorarán en el mundo. Pero no suele suceder, los pequeños cambios de ideas o artilugios raramente se celebran y concelebran. Pues en esa fecha un tal Sylvan Nathan Goldman, que tenía un supermercado en Oklahoma, se percata que muchos clientes se dejaban compra y no adquirían más por no llevar dicho peso. Fecha de nacimiento oficial el 05 de junio de 1937.

La historia está hecha de pequeños cambios, anónimos e inéditos, que nunca sabemos el nombre del autor. Éste es un caso, algo que cada día, millones, quizás docenas de millones, quizás cientos de millones aplican, supongo que ni el uno por mil conocerán el nombre de su inventor. Aquí mi homenaje, esos homenajes que me gusta hacer a los inventores casi anónimos. Que inventan pequeñas cosas, que después nos apropiamos cientos de millones de personas…

Supongo que a alguien se le ocurrirá celebrar el Día Internacional del carrito de la compra de supermercado, el día de su invención. En fin hay más historias del carrito. Contrató el señor Goldman a tres mujeres de distinta edad, para que se pasearan por el establecimiento con el carrito. Y, si mi memoria no me falla, los ciudadanos eran reacios a este invento, oí que una cadena de supermercados contrató a grandes figuras del cine y similares para hacer propaganda se les viese llevando su carro de la compra. Bueno ahora, ahora ya nadie niega su utilidad. Supongo que como todo producto se habrá extendido por el planeta. Supongo que todavía seguirá sufriendo cambios. Cuándo a alguien se le ocurra un cambio, y, lo materialice, y, funcione, enseguida se aplicará en el planeta. El último cambio es carros más pequeños.

Dentro de los cambios tecnológicos e instrumentales mezclados con cambios económicos. La economía como el motor del cambio tecnológico. No es pequeño el asiento para niños pequeños, así las madres o padres pueden ir mirando y comprando y el niño o niña no se pierde. Por supuesto que un artilugio como este ente, dónde se acumulan mercancías de todas las clases, pero especialmente alimentos, herederos en la idea esencial de los Mercados de Abastos, pero estos últimos, existían cien vendedores individuales y familias, cada una propietario de su negocio, aquí, el capital es de una entidad o sociedad anónima o limitada o persona.

Todo esto se lo recuerdo porque evidentemente, a cada nueva tecnología se aplica a todos los entes implicados. La informática y los estudios de mercados también se aplican a esta realidad. Al final, utilizando algoritmos la empresa conoce más de los gustos de los compradores que ellos mismos… en fin, como todo está en desarrollo, creo que todavía evolucionará mucho.

A veces, me he preguntado, si el siguiente paso que alguien dará o inventará en algún lugar, será que el cliente se sienta, y, va pasando delante de él, una cadena que se mueve con distintas mercancías. Y, el cliente como en esos restaurantes japoneses va adquiriendo el plato que desea. No sé, no sé si alguna vez, este cambio se probará o comprobará con algunas mercancías o alimentos. Porque de alguna manera se produciría una reducción del tiempo de compra, y, sería más asequible para personas que no pueden caminar mucho. Evidentemente, como todo cambio hay que matizar mucho, no todos los alimentos podrían dar vueltas, o buscar sistemas de refrigeración específicos o especiales…

Quizás, haber buceado, este escribiente en diversos saberes, digo introducirse, no me estoy poniendo medallas, permite acceder a diversos temas. Quizás, quizás el destino de siempre era redactar artículos de opinión, pero hasta esta última etapa de mi existir y respirar, no se me permitió. Y, ahora, por la invención de la prensa digital, que si no, nunca me habrían dejado un hueco en la prensa de papel.

Bueno, pues esto me permite, imaginar una escultura en alguna plaza de pueblo o ciudad o en alguna rotonda, con carritos de la compra de supermercados, unos unidos con otros, formando una ensamblaje bueno, formar una pequeña montaña de carritos de la compra. Creo que sería una escultura-arte que podría tener su importancia e interés y sus diversos significados…

Jesús Millán Muñoz


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