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“Treinta mil dibujos de Quique”, Jesús Millán Muñoz

Enric ArenósEnric Arenós, Quique, Villareal, 1941, humorista gráfico durante 65 años, ha donado al Archivo Municipal de Vila-Real, 11.384 dibujos originales, y 30.718 dibujos publicados o reproducciones.

El GoldTime.org indica el 12 de diciembre del 2019 que Quique publica su viñeta número treinta mil. A fecha de hoy, pues ya estaríamos cerca de las treinta y una mil viñetas. Lo que diferencia el saber científico o el método científico, de otros –filosofía, humanidades, literatura, artes, teología…-, es que una de las características de dicha metodología es la cuantificación.

Cierto es que dispone de otras bases o fundamentos el método científico de Galileo, o de la Escuela de Padua perfeccionado por Galileo. Pero la cuantificación-matematización es esencial. Por lo cual, en la medida de lo posible, he indicado muchas veces ya, la cuantificación, aunque sea de algo parcial, debe ser utilizada en todo lo que no sea ciencia. Porque aclara mucho.

No sé, si ustedes son conscientes, de lo que son realizar treinta y una mil viñetas o tiras de humor gráfico, publicadas en más de cien medios, durante más de seis décadas. En tal cantidad de dibujos, con aciertos o desaciertos conceptuales y estéticos, pero en esa masa ingente de ideas y conceptos y formas y líneas y colores, nos ha representado una enciclopedia de la humanidad. 

En tiempos últimos se indicaba que para entender el Londres de mediados del siglo diecinueve, era más esencial y profundo y verídico y verdadero, leer a Dickens, incluso más que a Marx. Pienso que analógicamente, para comprender la segunda mitad del siglo veinte, y, lo que llevamos de esté, de este terruño-lagar-viña que denominamos de mil modos, es más profundo entender-comprender a Quique, o al humorismo gráfico en su conjunto, que otras manifestaciones culturales –sin negar el valor de ninguna-.

Aunque hasta donde conozco-entiendo existen media docena de museos del humor gráfico en nuestra sociedad, y, otra media docena de museos de historieta o novela gráfica o cómic, pienso que esta sociedad, debería intentar que todos estas entidades alcancen un nivel mayor de perfección y de desarrollo, a imitación de los grandes museos del humor y de la historieta que existen en otros lugares del mundo, por ejemplo, en Buenos Aires.

Para eso, diversas entidades e instituciones, municipales, provinciales, regionales, nacionales, públicas y privadas, deberían aportar fondos, proyectos, ideas. Porque es una riqueza que no se debe perder, que todavía nos podrían aportar conocimientos esenciales y muy profundo de y sobre nosotros mismos. Porque todo saber, todo arte, y las viñetas de humor son un arte plástico y literario y, un saber, nos dicen mucho de nosotros, son como enormes espejos que nos reflejan y con los que reflejamos trozos de realidades… 

Se dice, con cierta generalidad y abstracción, que todo humorista gráfico que publica de forma regular en la prensa, por lo general, sea en un lugar del mundo o del otro, suele tener alguna vez problemas, o con las entidades que rigen su Estado, o con algunas entidades o colectivos que están con suficiente poder en la sociedad. Y, que esta regla se sigue, como la ley de la gravedad generación tras generación, en sistemas democráticos y no democráticos, en sistemas sociales y culturales e ideológicos de un color o de otro, en unos colectivos y en otros, en unas ideologías y en otras, en unas culturas o en otras…

Esto nos lleva a pensar, en una especie de paradoja y contradicción, el chiste gráfico o humor gráfico, es por lo general, infravalorado por todas las instancias del poder y de los poderes, todas las instancias sociales y culturales, todas las instancias académicas y universitarias, y, después, con una escala de valores distintas, se cierran las puertas, cuándo no se sancionan a los autores y autoras, de una manera o de otra –cierto con una escala muy diferente, y, en una cantidad también muy diversa-.

Cosa-realidad-ente psicológico moral y sociopolítico, que no se entiende, algo, que apenas se está empezando a valorar ahora, en todo el mundo, el arte del humor gráfico. Al menos, como un arte más. Por otro lado, aquí y allí, ahora y ayer, siempre existe una sanción posible o potencial –económica o social o de fama o notoriedad o…-, al menos, una vez en la vida en casi todos los viñetistas. Eso, sin contar, las veces y cantidades, muchas o pocas, que muchos chistes gráficos se censuran por parte del mismo autor, por parte del medio de publicación.

Podríamos definir, el humor como transformar lo fácil en difícil, lo difícil en fácil. Realidades complejas sintetizarlas en un lado entendible por todo el mundo, aunque no sea completo. Cosas o entes sencillos, así tomados por la población, expresar que dentro de ella, existen huecos y cuevas y pozos que representan o expresan o conceptualizan explicaciones más complejas de lo que pensamos.

El humor es un misterio que el hombre lleva encerrado dentro de sí mismo, el humor gráfico es la concreción de ese enigma-misterio que arrastra la humanidad. Quique, humorista gráfico, que no ha estado situado en las grandes capitales de la cultura de esta Península, nos muestra y demuestra, que el humor es una cosa muy seria. Demasiado seria. Quique nos invita a entendernos y comprendernos mejor, unas veces, al desarrollar aspectos más olvidados, otras, al analizar cuestiones más profundas, otras, a invitar a reírnos de nosotros mismos.

El problema es si la sociedad, sus diversos colectivos, sus diversos poderes, y, todos los colectivos tienen algo de poder, y todos los poderes tienen poder, están dispuestos a reírse de sí mismos un poco, aunque solo sea un poquito… Paz y bien…


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