LA UNIÓ de Llauradors demuestra que el agricultor valenciano es el que menos repercute la subida de precio a los consumidores
LA UNIÓ de Llauradors i Ramaders ha elaborado un estudio en el cual la principal conclusión es que el agricultor valenciano es sobre el que menos se repercute la subida de precios hortofrutícolas a la hora de realizar la cesta de la compra los consumidores, fundamentalmente de algunas hortalizas.
Es un hecho evidente que los precios de algunas hortalizas están alcanzando cifras récords en los mercados y que el productor valenciano está percibiendo algo más por sus productos que en semanas anteriores, pero muy lejos sin duda de las cotizaciones que luego alcanzan esos mismos productos en las tiendas especializadas, mercados o lineales de supermercados y centros comerciales.
Hay que señalar así mismo, y para trasladar una información clara a los consumidores valencianos, que en la actualidad apenas existen en la Comunitat Valenciana producción de calabacines, berenjenas o pimientos; todos ellos bajo la lupa de la opinión pública como los que más han subido en las últimas semanas y procedentes ahora en los mercados de comunidades productoras como Murcia o Andalucía.
Por poner algunos ejemplos, y tomando como referencia los precios oficiales de diferentes Administraciones, la alcachofa ha experimentado en origen durante el periodo de antes y después de los temporales de frío un aumento para los productores valencianos de 0,07 €/kg, mientras que en los Mercas es de 0,69 €/kg. El tomate ha tenido un aumento de 0,10 €/kg para los agricultores y de 0,43 €/kg en los Mercas. Las acelgas han tenido un incremento de 0,01 €/kg para el productor, 0,29 €/kg en los Mercas y de 0,51 €/kg en los supermercados. En el caso de la mandarina Clemenvilla se estaba cotizando a 0,23 €/kg en campo y en los supermercados llegaba a 1,59 €/kg, con un aumento de más del 600%.
Además, hay que tener en cuenta que los agricultores sufrieron los efectos ya de la sequía y ahora también la de los sucesivos temporales que han ocurrido desde noviembre hasta enero, con una merma en sus cosechas. En este sentido LA UNIÓ es rotunda y señala que “el agricultor no se está forrando con la venta de sus hortalizas y al final entre una baja producción y las mermas ya veremos si su renta es mayor o menor a la de otras campañas, es decir que puede no compensar el incremento del precio en origen con la pérdida en producción”.
La ola de frío y los temporales de las últimas semanas es el argumento esgrimido a la hora de explicar esa espectacular subida de los precios para los consumidores. Según LA UNIÓ intermediarios y distribuidores están aprovechándose también de la situación para en primer lugar destinar la producción existente a los mercados de la Unión Europea donde hay una gran demanda por el desabastecimiento y se cotiza mejor y también para elevar sus márgenes comerciales.
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