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“Irse con la mayoría”, Jesús Millán Muñoz

mayoríaLos clásicos, decían, que el morirse, llamaban, irse con la mayoría. Alguien dirá que la mayoría serán todavía los que no han nacido en el futuro, otros, que son los que ya han pasado.

Podemos dialogar hoy, de la mayoría o de la minoría, de los del pasado o los del presente o los del futuro. Quizás, sea todo lo mismo. Cuándo hablamos del presente, estamos hablando del pasado, y, anhelamos o tememos algo del futuro.

Cada ser humano camina con sus piernas, igual que con su cerebro-conciencia, de ese modo, rodeado de mil circunstancias, va rellenando el plato de cocido de su existir. Hoy, en estos momentos, miles de millones de seres humanos, están haciendo o sintiendo o pensando o deseando o hablando algo. Incluso, algunos estarán naciendo, algunos estarán yéndose con la mayoría. Hace equis tiempos, usted vino a este mundo, dentro de un tiempo, usted viajará al futuro de ese palacio o puerta que tiene que atravesar. No le voy a recordar que existen tres posturas: unos que creen, que no hay Palacio después, otros que sí, y, otros que dudan, un día si y otro no, o dos sí y otro no…

Todo es cultural, aunque no solo cultural, porque todo lo rodeamos de interpretación cultural. Pensamos y sentimos y deseamos y percibimos y conceptualizamos y soñamos con interpretaciones, en definitiva, con cultura. Usted sueña y percibe. Percibe algo de la realidad que se acerca a la realidad, pero a eso le añade símbolos o temores o ideas o deseos. Usted, capta algo real y añade algo real en su interior, pero que es interpretación. En una viñeta de humor, exponía, la siguiente frase, más o menos. “¿Piensa usted, o la cultura, le piensa a usted…?”. Puede cambiar pensar por percibir o soñar o desear o sentir o…

Ruano, decían que en sus mejores tiempos, escribía dos o tres artículos cada día. Dicen, las lenguas a trozos, que necesitaba mucho dinero, porque era, lo que hoy se llama “adicto a las compras”. No sé, si hablan demasiado. Dicen que por el contrario Julio Camba, egregio, insigne y maestro, en esto del articulismo, no deseaba escribir, ni le gustaba, solo cuándo necesitaba, cuatro perras, para sus divertimentos, que la mayoría, eran siempre la buena cocina para rellenar su estómago de maestro gallego del articulismo. Podría con hipérboles y metáforas narrarle, las razones últimas de otros columnistas que han existido, desde los que lo hacen por los garbanzos, exagerando, de Azorín, o, aquellos, para merendar, como Unamuno, o, dos artículos, uno para comer y otro para beber, del hermano de D´Ors, articulista en Valladolid, que ahora no recuerdo el substantivo nombre.

Hasta ahora, todos los seres vivientes, tenemos que morirnos, aunque indican los botánicos, que existe un espécimen de planta, que toma el sol y la luna, desde hace varios miles de años, y que está en Norteamérica, es solo un espécimen u organismo, que se va extendiendo como árboles, por tanto, es siempre el mismo, aunque parte vaya muriendo. No sé, cosas de biología botánica. No puedo saber de todo. Aunque muchos seres lo han intentado.

Decíamos ayer, como el gran poeta renacentista, Fray Luís, que hasta ahora, todos los seres vivientes, nacen y crecen y fallecen. Usted también. No sé, su circunstancia de hoy, no sé su edad y su lugar de habitar este mundo. Esta es la realidad. Redacto textos/palabras/ideas, pero no sé/conozco el/la lector/a que bebe de ellos, ni cuantos en realidad. No sé, sus pequeñas o grandes circunstancias. Solo sé, que deseo, enviarle un pequeño aire fresco, porque/como usted, que es una especie de ciudad medieval, de/del yo, rodeado de murallas, con algunas puertas. Hoy, me ha abierto a estas palabras, un pequeño portazgo. Y, hoy, estamos hablando, como los clásicos, que todos iremos con la mayoría, tardemos más o menos.

Algunos piensan y sienten y desean, que existe/a el Buen Dios, y, nos iremos con Él. Puede usted pensar, que es erróneo ese juicio o ese concepto. Pero a cierta edad, ya con ojos cansados. Pienso que la realidad Dios o la invención Dios, es necesaria, hoy, todavía para la humanidad, igual que son necesarios los números, el arte, el pan, las palabras. Se vive mejor con Dios, se afronta mejor la realidad con Dios, y, también la muerte. No se pierde nada, es el concepto-idea-juicio, repetido hasta la saciedad de Pascal/Unamuno, si existe Dios, todo es bueno, si no existe, pues no has perdido nada, pensando que existía. Siempre que sea un Dios racional y moral. Que no sea castigado, tu cabeza y tu cuerpo y tu alma, si dices o piensas algo de y sobre Dios, que no interesa a los poderes.

Ese Dios, con sentido común, aunque rodeado de misterio, ese Dios, que desarrolla una moral más perfecta, pero deja al ser humano en libertad y para la libertad. A ese Dios anhelamos y deseamos, mucha humanidad todavía. Pensamos, que sin Dios, el hombre, no usted, no se rompa el cinturón, sin Dios los humanos están/son tentados más, es más fácil que realicen, más errores morales. No olvide, no se sienta ofendido, pero en el siglo veinte, grandes calamidades sociales, las hicieron, en gran parte, sistemas sociopolíticos ateos –ristra de campos de concentración, por ejemplo-.

¡Viva con una moralidad correcta, teniendo suficiente a y en todos los terrenos de la existencia, y, así, se irá preparando a encontrarse con la mayoría, o al menos, con los que ya han hecho la mayoría…! ¡Pero no adelante ese viaje, sino cuándo la Naturaleza y el Buen Dios, lo permita…! ¡Paz y bien…!

 Jesús Millán Muñoz


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