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“La columna y María Jesús Casals Carro” por Jesús Millán Muñoz

Casals CarroEs un lugar común estar constantemente planteándose que es una columna de opinión y lo que debe ser, si un artículo de análisis o un artículo literario.

Hoy, tenía pensado, escribir una posible columna-artículo de opinión literaria, sobre el juguete o los juguetes, comentar algún museo de este ramo –tema que voy posponiendo semana tras semana, aunque ya tenga la estructura-. No lo iba a hacer-edificar-escultorizar-hablar, sobre lo que es o sea la columna-artículo-comentario-crónica, pero me he encontrado en la cueva-gruta de la noche con el artículo, a mi entender, con una clara perspectiva académica de María Jesús Casals Carro, titulado La columna periodística: de esos embusteros días del ego inmarchitado.

Debo indicar, como principio-fundamento-axioma, que me parece este artículo de Casals Carro muy acertado, no he encontrado el año de publicación. Puedo estar de acuerdo con ella, en este-ese mar-piscina-bodega del concepto del artículo. En estos años, he leído y releído, continúo haciéndolo, más de una decena de tesis doctorales, sobre esta temática, centrada en distintos autores –Umbral, de Umbral varias, Marina, Muñoz Molina, Vicent, Montalbán, Martínez, etc.-, además, de diversos Trabajos Fin de Grado, y, conferencias, artículos, ponencias, encuentros sobre el articulismo, en general, en España, con textos escritos o grabaciones en video que están en la esfera de Internet.

Desde muy joven, y cuándo expreso muy joven, es una palabra acertada, siempre quise escribir y publicar columnas. Pero cuando predominaba el papel, nunca tuve mentores, ni ideológicos, ni personales, ni colectivos, que me abriesen esa puerta a ese palacio. He estado, siempre esperando e intentándolo, -y, esta frase, no es egotismo, egoísmo, vanidad, soberbia, yoismo-, sino expresar, la relación personal con este género, que me parece, esencialmente, literario –sin menoscabo de la necesidad de un articulismo analítico, a medio camino entre el periodismo y el artículo científico académico-.

Con buen acierto, de Casals Carro, coincido con ella, que el precedente del articulismo, es Montaigne y Bacon, es más, pienso, con muchos autores, que el columnismo, al menos el personal, no el analítico, aunque no sirve ningún artículo personal, que no lleve, análisis. Pienso, decía que el artículo es un microensayo, esencialmente. Dónde se mezclan, el análisis de cuestiones, con datos y argumentos, con opiniones razonadas personales, con algunos tintes de realidades del sujeto escribiente, para dar un toque de realidad a lo que se expresa. Incluso yo, que no soy dado a expresar los estados interiores de mi subjetividad, pienso, que como en todo género literario, hay que narrar-contar algo objetivo o supuestamente objetivo, con algo subjetivo que también pretende ser objetivo. El ansía de verdad es lo esencial, debe serlo, en el lenguaje natural oral y en el lenguaje natural escrito.

Pienso que se debe hablar, en el lenguaje oral natural, buscando-deseando-anhelando lo real y la realidad, antiguamente se expresaba en verdad-bondad-belleza, pienso-creo-estimo, que en el lenguaje escrito, es lo mismo. Cambia, los moldes de los géneros, que son las botellas diversas, el vino o la leche o el agua, es esencialmente, semejante o la/o misma/o, pero cambia si se expone en tinajas o botella de vidrio o caja de cartón revestida de impermeabilidad, en un vaso… La misma idea o el mismo vino no es lo mismo si se expresa en forma de poema o de diálogo teatral o de noticia informativa analítica o artículo académico o columna de opinión. El vino-leche-vinagre-aceite-horchata, esencialmente es la misma e idéntica y semejante y, si en semejanza, pero se vierte-traduce-materializa en distintos moldes.

El sujeto que recibe ese líquido, debe ser consiente, que clase o tipo de material está recibiendo, para poder interpretar el mensaje. -Aquí vendría el enorme problema filosófico y metafísico de lo igual y lo semejante y lo analógico y lo idéntico y lo contrario y lo contradictorio…-

Dicen, que en nuestro suelo patrio existen actualmente, entre mil y mil trescientos periódicos, la inmensa mayoría digitales, con distintas audiencias, proyecciones territoriales, riquezas de páginas y… En la mayoría existe sección de opinión, con artículos, algunos, también con viñetas. Lo primero que habría que indicar, es que se deberían conocer, cuántos articulistas existen, al menos, que publiquen, de forma continuada, durante un tiempo o años, al menos, un artículo al mes. Cuándo conociésemos ese dato. Sobre esa información, tanto que hablan de análisis y precisión, se podría deducir e inducir, decenas de conceptos y argumentos y conclusiones.

Pongamos el caso imaginario, que existan diez columnistas, más o menos fijos, que publican en esos mil periódicos. Tendríamos unos diez mil. Pienso que me quedo corto, si admitimos, al menos, expresen ideas y opiniones y conceptos y datos y argumentos, con un artículo al mes.

De esos diez mil, situemos la cifra, de un diez por ciento, que reciben, un estipendio económico, porque sean periodistas profesionales, en los distintos grados, porque sean, escritores a los que se les encargan artículos. El resto, entre los que mi modesta pluma, se encuentra, redactamos textos, sin dinares, ni muchos, ni pocos. Ni siquiera, se nos felicita cada Navidad, al final, rellenamos huecos en esos medios. También se nos proporciona, la oportunidad, de ser pequeños Montaigne o Bacon. Ambas partes obtienen beneficios psicológicos, culturales, sociales, educativos, de ocio y entretenimiento, etc. La enorme riqueza de multiplicidad dimensional de las realidades humanas –y, el articulismo, es una más…-.

Para terminar, estoy induciendo y sugiriendo la enorme necesidad, de un estudio empírico de este campo de la realidad sociocultural –el articulismo o columnismo-. Porque al final, miles de articulistas, expresan opiniones e ideas, más geniales o mas rudimentarias, más novedosas o mas mayoritarias. Y, de alguna manera, debemos pensar, están intentando, perfeccionar la concepción del mundo. Nos están dando un regalo, sea acertado o no, verdadero o no, bello o no. Nos están ofreciendo agua fresca en el atardecer del agosto de cada agostoCasals Carropienso que nos abre los ojos y los parpados y las retinas, nos ofrece verdades, que deberíamos rumiar-pensar-repensar-analizar-meditar. Paz y bien.


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