• En las IX Jornadas de Católicos y Vida Pública, organizadas por la ACdP en Alicante, también se ha debatido sobre la eutanasia desde los aspectos jurídico-penales y filosóficos de raíz cristiana

Viernes, 28 de septiembre de 2018.- Los límites de la gestación subrogada y los riesgos de su regulación han centrado los debates de las IX Jornadas Católicos y Vida Pública, un encuentro, organizado por la ACdP, en el que diversos expertos han abordado durante dos días en Alicante “temas de estricta actualidad, ya que el debate sobre la eutanasia y la gestación subrogada y su consideración como derecho en las iniciativas legislativas en tramitación o programadas están generando y situando a la población ante dilemas morales que adquieren una nueva dimensión con el avance de las técnicas, la ciencia y el derecho”, aseguran los organizadores

“La gestación subrogada implica la  mercantilizacion de algo que debiera estar fuera de comercio. La idea es que no puede comerciarse con el organismo, ya que el cuerpo es parte de nuestra identidad y no debemos mercantilizar con el cuerpo. Por eso no se puede comerciar con órganos. Y no debe legalizarse la gestación subrogada”, ha advertido Francisco José Contreras, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad  de Sevilla.

En esta línea de alertar sobre la mercantilización, pero desde un punto de vista médico, Andrés Roig Traver, Jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Católico  Universitario Casa de Salud de Valencia, ha asegurado que “la gestante no es solo una incubadora”, y ha incidido en el intercambio de células que se produce durante el embarazo entre gestante y feto: “La gestante le puede transmitir células propias, de sus progenitores, de embarazos y a otros anteriores. Por eso, incluso aunque se le implante un ovulo, no es solo una incubadora. Hay un nexo biológico entre el niño y la gestante. Hay cosas que se ven a largo plazo, por ejemplo, la diabetes autoimmune, y en esos casos el niño tiene células de la madre gestante”.

Las jornadas también han puesto el foco sobre la eutanasia, en las que Francisco Mas-Magro, geriatra miembro de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología de la Sociedad de Bioética de la Comunitat Valenciana, ha reconocido que “somos las personas mayores las que tenemos que luchar contra la banalizacion de la vejez”. En el transcurso del debate sobre los aspectos sanitarios de la eutanasia se ha puesto sobre la mesa la importancia de los cuidados paliativos y el papel de la religión en la cercanía de la muerte. En el primer caso, la doctora Amparo Castañer,ha destacado que “los equipos de cuidados paliativos no solo han de administrar fármacos, sino también han de estar entrenados para ayudar a los familiares a controlar su ansiedad, pues el enfermo dice: ahora estoy tranquilo porque veo a mi familia tranquila”. Por su parte, Mirek Karol, capellán de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Elche ha reivindicado que “la verdadera compasión es la Cristiana, la caridad que no quita la vida sino que la cuida hasta el final de la misma”.