El rechazo al islam en las escuelas de Crevillent y Almoradí aterriza en la Generalitat después de haber pasado hace pocos meses por Extremadura y Castilla La Mancha. La obligatoriedad de impartirla comienza en la propia constitución de 1978. El artículo 27.3 garantiza el derecho de todos los españoles a ser educados en la convicción religiosa que deseen y el Articulo 14 proclama la igualdad ante la ley sin que prevalezca discriminación por motivos religiosos. Esto no obliga al legislador a introducir la enseñanza religiosa en la escuela pública (ni a financiar enseñanza privada religiosa) sin embargo obliga a garantizar estos derechos consagrados en igualdad de condiciones. Es decir, el estado puede o no garantizar la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, eso sí, jamás deberá excluir ninguna de las religiones reconocidas por el estado allá donde ofrezca enseñanza de otra religión.

A este respecto la legislación ha ido variando. En la LOE ya se introdujo un temario que enseñaba durante un curso todas las religiones mayoritarias además del de contenido únicamente cristiano. La ley 26/1992 del gobierno desarrolla la Constitución en su artículo 10 garantizando la enseñanza de la religión islámica en las aulas, el 11 añade que no podrá ser sujeto de tributación. En 2006, el gobierno de Zapatero estableció que la enseñanza de religiones mayoritarias debía ser concertada por el gobierno central con la comisión islámica, la federación de comunidades Israelitas, la federación de entidades religiosas evangélicas y otras que pudiesen definirse en el futuro en la disposición adicional segunda de la propia LOE. En 2016 el gobierno del Partido Popular trazó este acuerdo de cooperación en la resolución del 14 de marzo de 2016. Donde impulsó la enseñanza en el segundo ciclo de infantil. En desarrollo de esa estructura legislativa la Generalitat ha dispuesto un programa piloto en los centros públicos donde por criterios de población musulmana sea más posible hallar demanda como son los casos de Crevillent y Almoradí.

Este hecho ha causado cantidad de reacciones contrarias. En las redes sociales del diario información, de la diputada Marian Campello y en otros portales de noticias cantidad de usuarios se han mostrado indignados preguntándose que pasaría si en los países del Magreb se pidiese la enseñanza cristiana. En Marruecos existe cierta hostilidad histórica hacia el cristianismo, que sin embargo ha variado muy positivamente. El artículo 220 del Código Penal, eso sí, persigue algunas formas de proselitismo y existen delitos de fe sobre el islam.

En Marruecos coexisten distintos sistemas educativos, ya que el sistema público es notablemente deficitario. Hay escuelas francesas, misiones españolas y escuelas internacionales. En el caso de las misiones españolas se trata de un sistema privado que cobra mas cara la matricula a las familias marroquíes que a las españolas. El idioma árabe y la religión Islámica es obligatoria en todos ellos. No obstante, la Iglesia Católica dispone de 16 escuelas de Primaria y Secundaria además de varias guarderías en Marruecos donde despliega una amplia labor social y educativa. Esta labor está reconocida por un dahir (decreto) real de Hasan II en 1983 donde se reconoce “el derecho de crear asociaciones con finalidad confesional, educativa y caritativa, así como el derecho de visita a los presos de confesión católica”, esto, a pesar de que los católicos reconocidos en Marruecos han descendido desde 1960 de mas de 400.000 a aproximadamente 25.000.

La web oficial de Escuelas de Enseñanza Católica de Marruecos (http://www.sg-ecam.org) ofrece amplitud de datos respecto a su historia, programa educativo y centros desplegados por todo el país (1 en Meknes, 4 en Kenitra, 3 en Rabat, 2 en Mohammedia, 5 en Casablanca y otra en Marrakech). Según explica la propia federación católica educativa de Marruecos, en 1999 las escuelas católicas se adhirieron a la Carta Nacional de Educación y Formación para poder seguir el sistema marroquí de estudios. Y en 2011 la reforma de la constitución marroquí estableció la libertad de cultos. Aunque la enseñanza del catolicismo no está regulada en la educación pública, ECAM sigue en conversaciones formales con el gobierno para disponer de unidades de enseñanza católica en escuelas públicas de Marruecos, tal y como establece la Constitución de 2011, que como la española del 78 consagra la igualdad formal ante la ley. Si es cierto que ya han pasado 7 años desde su entrada en vigor, entre la entrada en vigor de la constitución española y la ley del 1992 transcurrieron 14 años. Hasta la LOE, 28 años; hasta el acuerdo de cooperación, 38 y entre la entrada en vigor de la constitución y la puesta en práctica del ejercicio de este derecho han tenido que transcurrir 40 años.

En este sentido, la clase política y la sociedad marroquí avanza no solo en las estructuras jurídicas de enseñanza, también en declaraciones públicas. El monarca Mohamed IV declaró sentirse el rey de todos los marroquíes; musulmanes, católicos y judíos. Si bien es cierto que en Marruecos los derechos de los católicos son menos amplios que los derechos de los musulmanes en España, también lo es que estos derechos parecen correr peligro de estar en retroceso por un laicismo mal entendido que obvia la igualdad formal ante la ley, y un racismo incipiente en los discursos de los partidos mayoritarios del espectro político de la derecha que jamás, en 40 años, han puesto en cuestión la enseñanza de la religión católica y se sienten hoy amenazados por una circunstancia que han propiciado ellos mismos. Pues, jamás, en ninguna ley orgánica de educación ningún gobierno central ha tenido los arrestos de excluir la enseñanza religiosa del currículo escolar.

Las declaraciones del Concejal de Ciudadanos de Almoradí, Pepe Girona, alertando de un posible incremento de población musulmana a raíz de estas medidas y del alcalde de Crevillent señalando que “ya tienen un centro cultural y una mezquita” constituyen una falta de respeto a los principios democráticos del Estado de Derecho que van a quedar impunes pero que en cualquier país avanzado significarían la dimisión fulminante de ambos. Igual cualquier día también lo signifique en Marruecos mientras aquí seguimos manteniendo cargos públicos mirando con desdén a parte de la población por su origen.

Foto: Helio Yago

Denis Allso Moreno (Orihuela)

Estudiante de Ciencias Políticas y Gestión Pública en la UMH