Hace unos días en la cuna del sindicalismo policial, Sevilla, ciudad donde hombres uniformados de la Policía Armada consiguieron altas cotas de derechos y libertades enfrentándose al sistema establecido en una Policía política, militar, represiva y vinculada al anterior Régimen donde las costumbres castrenses y religiosas eran imperativos en academias, cuarteles y dependencias policiales, se produjo un acto que se rechaza desde esta organización sindical. Dicho acto fue la utilización del salón de actos de unas dependencias policiales como capilla improvisada para celebrar una misa con motivo de la jubilación del máximo responsable de la zona de Andalucía Occidental, el comisario principal Francisco Perea Bartolomé, y oficiada por el arzobispo de la Archidiócesis de Sevilla.

Desde el año 1978, fecha de la aprobación de la Constitución Española, en el que su artículo 16.3 estableció el estado aconfesional, el Ministerio del Interior había dado pasos para erradicar este sistema de Policía pseudomilitar sujeta a prácticas religiosas para dotar a la ciudadanía de una Policía Civil alejada de comportamientos y prácticas contrarias a la Carta Magna.

La neutralidad de los poderes públicos en materia religiosa se ha hecho cumplir y respetar en la Institución Policial hasta ahora, si bien, en la pasada legislatura hemos podido comprobar actitudes reprobables de determinados mandos policiales utilizando capitanías generales y organizando formaciones militares con salvas e himnos eminentemente castrenses en actos oficiales como pudieran ser los del Día de la Policía, produciéndose un retroceso significativo y preocupante en un cuerpo legalmente constituido como civil.

Este acto celebrado en Sevilla debe ser el último de los movimientos contrarios al mandato constitucional. Y los máximos responsables políticos del nuevo gabinete ministerial dirigido por el Sr. Juan José Zoido están en la obligación de atajar dicha tendencia negativa e inmediatamente explicar a los funcionarios del colectivo policial, a las formaciones políticas, a la ciudadanía y a las organizaciones sindicales de la Policía Nacional qué se pretende con esta permisibilidad abusiva en actos oficiales por parte de determinados mandos policiales que actúan y protocolizan eventos propios de una Policía alejada de una sociedad civil.

La Agrupación Reformista de Policías (ARP) considera que si a miles de policías se nos está tratando de “domesticar” llevando a la institución a tiempos y costumbres de los años ochenta nos tendrán ejerciendo una labor decidida de fiscalización y de denuncia pública como organización sindical en Agrupación Reformista de Policías. Avda. Costablanca, Nº 132, Entresuelo C, Alicante | arpolicias@arpol.es | +34 668 69 02 55 defensa de nuestros principios en pos de una Policía neutral y defensora de los derechos y libertades de todos los españoles y en contra de su uso ideológico y religioso. Estamos convencidos que son los propios policías quienes comparten nuestra posición y los que nos demandan hacer cumplir las leyes y normas establecidas por imperativo legal, por el bien de la sociedad a la que servimos.